El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, respaldó ayer la decisión del exministro y diputado José Blanco de no renunciar por el momento a su escaño en el Congreso, a no ser que se abra juicio oral contra él. Frente a ello, insistió en que la dimisión que seguirá pidiendo es la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El líder de los socialistas está, además, convencido de que Blanco puede seguir ocupando un escaño en el Congreso a pesar de estar imputado en la "Operación Campeón".

A la pregunta de si la decisión de Blanco significa que el PSOE no pedirá a partir de ahora dimisiones para imputados hasta que no haya apertura de juicio, Rubalcaba respondió que él lo que exige es la renuncia de Rajoy "por razones políticas" porque el presidente "no está implicado en ningún tema jurídico".

También desde otra compañera de partido, Elena Valenciano, vicesecretaria general de los socialistas, recibió apoyo el extitular de Fomento. Valenciano aseguró ayer cree que cree en la inocencia del diputado y exministro, que está imputado por tráfico de influencias y prevaricación, y que el partido respeta la decisión que anunció el martes. Con todo, admitió que esta no fue consultada con el secretario general del PSOE. "No lo consultó, sino que lo comunicó", dijo.