Comprobar que el agua de las playas es apta para el baño o la traída lo es para el consumo, controlar que los productos lácteos, cárnicos o las conservas que distribuyen los supermercados están libres de antibióticos y en condiciones para su comercialización, vigilar los menús escolares... Esas son algunas de las tareas que llevan a cabo los cuatro Laboratorios de Saúde Pública de la Xunta, uno por cada provincia.

Sin embargo, el sindicato UGT denunció ayer que en el plazo de entre seis meses y un año, la Consellería de Sanidade cerrará las puertas de los centros ubicados en Pontevedra, Ourense y A Coruña y solo mantendrá el de la capital lucense, una decisión que invitan al Gobierno -con el que ya han pedido una reunión- a reconsiderar por el prejuicio que supondrá para más de medio centenar de trabajadores -una veintenta de ellos en Pontevedra, donde además

. Algunos de ellos podrán ser "recolocados", pero otros, según Carlos Miguel, delegado sindical de UGT en la unidad coruñesa, podrían irse "a la calle", ya que en Lugo solo se necesitan 23 trabajadores y existen puestos específicios, como auxiliar técnico de laboratorio, biólogos o farmacéuticos, de difícil reubicación, advierte.

Desde el Gobierno gallego argumentan que "no hay fechas ni decisión alguna respecto al ierre" de dichos centros. En lo que se trabaja, señalan, es en "la reorganización y planificación de los laboratorios para optimizar los recursos redimensionando" los centros según las muestras y las tipologías de las analíticas". "En ningún caso", subrayan, "se reducirá la calidad ni la seguridad sanitaria de Galicia".