Desde "lo más hondo" de su corazón, Julio Fernández Gayoso agradecía al entonces alcalde, Manuel Pérez, el "honor" de recibir la Medalla de la Ciudad. Hace justo 16 años, el 7 de marzo de 1997. El en aquel momento director general de Caixavigo tuvo palabras para su mujer, sus hijos y "los órganos de gobierno y el equipo humano" de la caja, de la que destacó "su componente industrial" en "los momentos buenos y malos".

Una sensación que ahora, en su entorno, rememoran con melancolía. "Podrás imaginarte lo que se le pasa por la cabeza", cuentan sus allegados, reacios a más polvareda. "Es un claro chivo expiatorio -se quejan- de todo lo que está pasando".

Hay una constante en sus recuerdos. En los de Gayoso y la gente que lo conoce. El especial apego por el nacimiento de la Universidad de Vigo, de las manos de la entidad de ahorros. "Pocos saben lo que tuvo que luchar, con quejas de la inspección del Banco de España, que no lo veía bien. Hoy nadie duda de lo que tenemos", aseguran. "Fue -añaden- un empeño personal". Al igual que las ayudas a sectores que "lo han pasado muy mal", como la pesca y el naval. "La satisfacción que le queda es la vida entera que le ha dedicado a la ciudad y toda Galicia. Eso no se lo pueden quitar los políticos", resumen.