Sin que todavía estuvieran muy claros los trámites concretos a seguir para quitarle la distinción, precisamente por lo inédito de la decisión impulsada por nacionalistas y populares del concello de Vigo en el último pleno municipal, el pasado 25 de febrero, el mismo Julio Fernández Gayoso se adelantó a la retirada formal de la Medalla de oro la ciudad. Uno de sus hijos la entregaba ayer a primera hora de la mañana, alrededor de las ocho y media, junto a una escueta explicación del que fue presidente de Caixanova y Novacaixagalicia. Entre el reproche y la resignación, por las acusaciones que ambos grupos políticos, con la abstención del PSOE, le lanzaron ante las indemnizaciones de antiguos altos cargos y el problema de las preferentes. "Conocida la opinión de la Corporación sobre mi Medalla de la ciudad, no puedo tenerla en mi poder ni un día más -sostiene-, por lo que, junto con la insignia, las aporto en la presente".

Ya el pasado viernes, el financiero más veterano en España contactó con el alcalde, Abel Caballero, para avanzarle su intención de devolver los dos emblemas al comienzo de esta semana. Con un mensaje en el que insiste en el escrito que ayer trasladó a los responsables locales. "Durante más de 60 años dediqué mi vida a trabajar por el interés de Galicia y de Vigo, mi amada ciudad de nacimiento, y, aún sin medalla, continuaré en esta misma senda de trabajo", afirma.

Para el BNG, el gesto de Gayoso es la "conclusión lógica" de la moción que salió de sus filas y así "reconoce que tiene que responder a las demandas de la ciudadanía". "Esperamos que este hecho se repita en el futuro y Gayoso asuma sus responsabilidades por las decisiones que tomó en perjuicio de la ciudadanía", señala Iolanda Veloso, su portavoz, que incluso ahora le apunta como "posible responsable" también de "los desahucios que se produzcan y de la posible pérdida de la obra social". Mucho más contenida es la reacción del líder del PP vigués. "La decisión parece coherente, de acuerdo con la voluntad mayoritaria del pleno", resume José Manuel Figueroa.

A lo que esgrimieron precisamente durante la sesión se agarran los socialistas para reiterar que "el engaño de las preferentes" fue de los que las vendieron sin advertir del riesgo, de Banco de España y Xunta como supervisores "y de los que forzaron y obligaron a la fusión de las cajas". "Las preferentes no se pueden devolver porque la fusión, el fracaso de la fusión de las cajas gallegas, lo imposibilita", critica Carlos López Font. Por eso el segundo teniente de alcalde reprocha al BNG y el PP de Vigo su "apoyo de forma entusiasta" a la operación y pide que "respondan" por sus actos -incluido el presidente de la Xunta, al que acusa de la "catástrofe financiera"- con la devolución de "todos los honores" que puedan tener, "si es que los tienen".

El regidor, que hasta ahora se había mantenido muy prudente en toda la polémica, ve en la postura de la oposición una huida hacia delante. "El PP y el BNG quieren ocultar con esto que nos robaron una caja de ahorros, que son responsables de que la industria de Vigo tenga menos créditos y de que los suscriptores de preferentes no las cobren -reprocha Caballero-. El PP y el BNG quieren ocultar con esto su traición a la ciudad".