En su comparecencia pública a finales del pasado noviembre para anunciar el visto bueno al plan de resolución de Novagalicia a cambio de los 5.425 millones de euros transferidos al FROB, el comisario de la Competencia avanzó que las autoridades españolas aspiraban a no agotar el plazo máximo, hasta 2017, para la subasta. Tanto la del banco gallego como la de CatalunyaCaixa. "El compromiso del Gobierno es venderlas para integrarlas en otra entidad", aseguraba Joaquín Almunia, "antes" de llegar al límite del calendario. Un mensaje en el que Moncloa se reafirma, y en esos mismos términos, los del "compromiso" para hacerlo "tanto pronto como las condiciones del mercado lo permitan". "Dicho periodo de cinco años constituye, por tanto, un máximo, siendo perfectamente posible no agotar dicho máximo si surgen oportunidades que se consideren adecuadas para proceder a la venta de la entidad con anterioridad", justifica la respuesta del Ejecutivo a una pregunta del diputado socialista José Blanco remitida al Congreso de los Diputados el pasado 4 marzo, el mismo día en que se paralizó el concurso sobre CatalunyaCaixa, pero redactada una semana antes, el 26 de febrero.

"En este sentido -continúa la argumentación-, el compromiso de las autoridades españolas implica un continuo seguimiento de la situación del mercado con vistas a determinar el momento óptimo para llevar a cabo la venta de la entidad siguiendo un proceso competitivo".

Ante la posibilidad de que Gobierno y Banco de España apuesten por una puja para este mismo 2013, como llegaron a apuntar responsables del FROB -concretamente, en el segundo semestre, aunque luego matizaron que no había una fecha concreta, siempre tras la entidad catalana-, la respuesta recuerda que en el fondo encargado de guiar la reforma financiera y particularmente en las nacionalizadas están presentes tanto responsables del supervisor como del equipo de Luis de Guindos. Ese plan, en referencia a la poda de casi la mitad de plantilla y red en NCG, que operará exclusivamente en Galicia, Asturias y León con banca minorista y sin cartera industrial, "se ajusta estrictamente a la normativa de ayudas de Estado" y a las leyes españolas impulsadas para cumplir las imposiciones de la Comisión Europea por su préstamo.

"Dado el elevado volumen de ayudas de Estado que ya ha recibido la entidad (con la mención a los 1.162 millones del FROB1 para la fusión y los 2.400 que provocaron la nacionalización) y la nueva inyección de capital prevista en el plan, por importe de 5.425 millones de euros, el proceso de reestructuración exigido es intenso, a fin de garantizar su futura viabilidad sin nuevas ayudas y de evitar distorsiones de la competencia", señala el Gobierno. Sin esa inyección "no es posible garantizar su viabilidad en el medio plazo". Pero, a la vez, "está generando una importante distorsión en la competencia con incidencia en el resto de participantes en el mismo". Lo que, recuerda la respuesta a Blanco, implica "reducir al mínimo tal distorsión" con las medidas "compensatorias".

Ahí se enmarcan la reducción de activos, plantilla y negocio, con una hoja de ruta "realista" y "márgenes adecuados" que permitan "la supervivencia de la entidad a medio plazo" y "reducir al mínimo" la posibilidad de necesidades de nuevas ayudas. El cumplimiento se completa con la venta "antes de que termine el periodo de cinco años establecido".

En esa misma pregunta y una segunda también sobre el banco, el diputado pide las soluciones que se van a dar a los afectados de preferentes. El Gobierno asegura que los tenedores de híbridos, tanto esas emisiones como deuda subordinada, en el conjunto de las tres entidades nacionalizas recuperarán "en el entorno del 60% en términos medios" del dinero, "muy superior a la valoración actual de sus activos en el mercado". Aunque "lógicamente" dependerá del tipo de deuda y sus características. En "la mayor parte de los casos" los afectados "tendrán que aceptar el canje" por capital, que implicará "un recorte inferior al criterio habitual de las ayudas de Estado". Con el objetivo de "buscar fórmulas" para darles liquidez. A diferencia de Bankia, ni NCG ni CatalunyaCaixa están en Bolsa.