Los pinchazos telefónicos a Pablo Crespo ilustraban la importancia que este le daba a sus papeles, que, creía, podrían hacer tambalearse al partido. A nivel mediático, no penal. A su esposa le confiesa el "lío morrocotudo" que se creará cuando se descubra su documentación, oculta en varias cajas fuertes

El exresponsable de Organización del PPdeG muestra comportamientos casi antitéticos. Por un lado, temor por los plazos de prescripción de los delitos que le imputaba el juez Baltasar Garzón, posteriormente apartado de la carrera judicial precisamente por autorizar pinchazos telefónicos de las conversaciones entre los acusados en la trama Gúrtel y sus abogados. Crespo está imputado por delitos contra la hacienda pública, blanqueo de dinero, cohecho, tráfico de influencias y asociación ilícita.

A su abogado le pregunta que en caso de hallarse en algún "problema jurídico", cuándo prescriben los delitos que se le imputan. Su letrado le responde: "Como mucho a los diez años".

Esas preguntas chocan con la resolución que muestra el hijo de un histórico de Alianza Popular y asiduo del Casino de Pontevedra cuando sostiene en esas conversaciones que no hay material de riesgo. En su opinión, las repercusiones de la documentación de su caja de seguridad serán tan solo mediáticas, pues "indicios (de delito) no podrán encontrar; ahora, la prueba de eso, nada". Eso sí, es consciente del impacto de la doble contabilidad en el PP gallego durante su gestión, que coincidió con las autonómicas de 1997 y las locales de 1999. "Habrá para una semana de portadas", sostiene, porque el asunto será "algo espectacular".

Crespo, cuya presencia como vocal en Portos de Galicia durante la presidencia de Alberto Núñez Feijóo fue usada por el PSdeG como munición contra este, comparte no solo imputaciones con el mediático extesorero del PP Luis Bárcenas, sino también un incremento constante de su patrimonio. En una caja de seguridad se llegaron a hallar extractos de inversiones del primero por 12 millones de euros y poseía propiedades en Galicia y Marbella y un yate.