El perito de Nunca Máis asegura que el "Prestige" pudo salvarse en Corcubión

El hundimiento del Prestige el 19 de noviembre de 2002 a 130 millas de las costas gallegas podría haberse evitado si en lugar de alejar el buque rumbo noroeste después del accidente lo llevasen a Corcubión para "salvarlo", según afirmó ayer el profesor de la Universidade da Coruña, Felipe Louzán, en el macrojuicio sobre la catástrofe que se celebra en A Coruña desde octubre. El capitán de la Marina Mercante propuesto como perito por la plataforma ciudadana Nunca Máis aseguró que la mejor opción hubiese sido "abrigar" el petrolero en Corcubión.

Un día después del incidente el buque se encontraba a 18 millas, por lo que según los cálculos de Louzán podría llegar en unas nueve horas al "refugio" de Corcubión y sobre esta ensenada afirmó que era óptima para abrigar el barco y además descartó que los vientos dificultasen la operación.

Para el experto de la universidad coruñesa el rumbo elegido era "de hundimiento" y el peor que se pudo escoger porque, según explica, triplicó en doce horas los daños del buque. El perito afirmó que conducir el petrolero hacia el temporal del norte provocó que su ya "debilitada" estructura se deteriorase todavía más. También señaló durante su declaración que cuanto más alejado está un vertido de fuel mucho mayor es su impacto en la costa. El desastre se podía haber evitado llevando el barco a Corcubión, dice Louzán, porque la zona contaba con todos los parámetros ideales para acoger el refugio al contar con "una entrada amplia y arena de buena calidad".