Ferraz se enfrenta a un dilema: ceder ante el deseo del PSdeG de convocar unas primarias consultivas para elegir secretario xeral y perder autoridad ante el resto de federaciones, o bloquear un plan para preguntar a las bases al que, como principio democrático, resulta difícil oponerse. Por ello, la dirección del PSOE negocia con Galicia para hallar una solución intermedia. Ayer, ya avanzó quién tiene que dar un paso atrás (Pachi Vázquez) y le exigió "ajustar" su propuesta a los estatutos del partido, que no contemplan las primarias para elegir secretario general.

Ferraz y O Pino, sede del PSdeG, están separadas por un detalle capital: las urnas. Los socialistas gallegos aprobaron la propuesta de Pachi Vázquez de unas primarias consultivas y condicionan el pacto a que "cada militante elija una papeleta con el nombre de un candidato y la meta en una urna", según la cúpula gallega. Esa fórmula no está contemplada en las normas del partido para designar cargos orgánicos aprobadas en el congreso de Sevilla, donde, paradójicamente, Vázquez se opuso a esta vía.

La secretaria de Participación del PSOE, María González Veracruz, templó ayer los ánimos y negó que esta consulta, no vinculante de manera automática, constituya un desafío al liderazgo estatal de Alfredo Pérez Rubalcaba. "Es un sentimiento muy extendido en la ciudadanía y la militancia", reconoció la miembro de la ejecutiva socialista, pero debe "ajustarse" a las normas.

La cuestión podría desbloquearse hoy, cuando retomarán los contactos los secretarios de Organización de Ferraz, Óscar López, y de O Pino, Pablo García, aunque fuentes socialistas dan por seguro que todo se fiará a una conversación entre Rubalcaba y Vázquez antes de la Ejecutiva Federal del PSOE. El regidor de Vigo, Abel Caballero, reclamaba ayer un "acuerdo en formas y procedimiento para llevar adelante el congreso" previsto el 6 de julio. No se refirió a la consulta previa del 1 junio y señaló el cónclave como el principio "del hundimiento" del PP a través de un nuevo liderazgo.

Fuentes de la Ejecutiva Federal dan por seguro que Ferraz impedirá la celebración de una consulta directa a la militancia -agrupaciones como Vigo ni colocarían las urnas en contra de la dirección- para evitar que el seísmo interno se propague con réplicas por toda España y derrumben a Rubalcaba. Como alternativa ofrecen el modelo actual, donde en las agrupaciones se eligen a los delegados del congreso, aunque especificando a qué candidatos apoyan, como en el pulso de Sevilla entre Rubalcaba y Chacón. Esa fórmula no garantiza que se reedite el resultado de esa elección en el congreso, como se demostró en esa cita. El voto es secreto.

Laura Seara, diputada y cercana a Vázquez, quiso dulcificar el desplante gallego y recordó que no se trata de "primarias, sino de una consulta". Esta no está prohibida formalmente y a ello se agarra el PSdeG.

Estrategia de Pachi

Vázquez ha transmitido a los suyos que Ferraz no puede tumbar la consulta, pero sus críticos creen que ha ideado una estrategia "populista" con el ánimo de enfrentarse a Madrid, sabedor de que esta impedirá la consulta, aunque no ha sucedido de manera inmediata debido a la debilidad de Rubalcaba, y así presentarse como "mártir de las primarias" y sumar puntos ante las bases.

Los rivales del actual líder del PSdeG creen que busca ganar tiempo ante la posibilidad de que Madrid anula la consulta pero no el congreso de julio, que aunque no está convocado oficialmente es un compromiso difícilmente eliminable ahora. Y medir apoyos. "Busca enredar y es ambiguo sobre si optará a la reelección para ver quiénes podrían ser sus rivales. Ahora solo es Besteiro", apuntan los críticos.

Ese último deseo de mantenerse atado al palo mayor socialista choca no solo con el batacazo electoral en el que el PSdeG perdió siete diputados, sino con el deseo de parte de su ejecutiva. "Queremos nuevo líder y nueva dirección", apuntan fuentes de este órgano.