Xosé Luis Méndez Ferrín anunció ayer por sorpresa que deja la presidencia de la Real Academia Galega (RAG), al frente de la cual llevaba tres años, y también su puesto como miembro numerario. En una misiva enviada a mediodía a los integrantes de la Academia expone sus razones para no querer saber más de la institución: "Académicos, unidos a personas externas, me hicieron sentir que yo no tengo sitio en la Academia" . Es más se despide agradeciendo "lealtad institucional y cooperación eficiente a la mayoría de los académicos", pero no a todos.

La salida de Méndez Ferrín, al que le quedaba un año al frente de la RAG, a donde llegó en enero de 2010 y tras ser elegido por mayoría absoluta, se produce tras las acusaciones de nepotismo lanzadas en las últimas semanas desde el diario ABC y que desde su entorno sostienen que son "falsas" y entienden que fueron filtradas "desde dentro" para forzar la salida del escritor ourensano. De hecho en el último pleno, suscitaron un enfrentamiento y uno de los miembros, Xesús Ferro Ruibal, investigador en el Centro Ramón Piñeiro, pidió las Cuentas de 2012 de la institución.

"Es una lucha de poder, hay quien quiere todo el poder", razonan fuentes de la RAG, y culpan a destacados miembros del Consello da Cultura Galega y del Instituto da Lingua Galega de la "traición" a Ferrín, que se iría dolido por la conjura de parte de sus compañeros, pero también por "el silencio" de otros que no salieron en público a respaldarle. El propio secretario da Real Academia, Xosé Luis Axeitos, acusó ayer mismo en una entrevista al Consello da Cultura Gallega y al Instituto da Lingua Galega de "querer colonizar la RAG". "Hay un grupo ávido de poder", denunció.

Tras la sorpresa del anuncio, la gran mayoría de las reacciones fueron para ensalzar la labor de Ferrín al frente de la Academia, especialmente su "apertura total a la sociedad y su modernización", y manifestar pesar por su marcha.

Su antecesor en el cargo, Xosé Ramón Barreiro, incluso consideró "infundadas" las acusaciones vertidas contra Ferrín, que es el presidente número trece la institución y podía optar a la reelección. ¿Y cuáles eran estas acusaciones? La contratación temporal de su hija cuando la Academia puso en marcha la página web y la cual ya no está trabajando para la RAG y cuestión sobre la que Ferrín, según fuentes de la Academia, dio explicaciones en un plenario.

La pareja de su hija también trabaja en la institución, pero desde antes de que Ferrín llegara a la presidencia de la Academia, igual que el hijo de Xosé Luis Axeitos, que llegó a la RAG antes que su padre.

A las relaciones laborales de hijos y parejas, se unió la polémica por el uso de un Audi, que según explican desde la dirección de la Academia está a disposición de los académicos cuando acuden a actos en representación de la RAG y es una cesión de la Consellería de Presidencia a cambio de pagar el mantenimiento y contratar a un chófer a media jornada.

El recurso contra el decreto del gallego también podría haber alimentado las diferencias en el seno de la RAG. Ferrín fue su firme defensor y más después de que la sentencia le diera la razón aunque parcialmente, pero desde el ILG y el Consello da Cultura, que no recurrieron la norma de la Xunta, serían más favorables a su retirada.

Á Comisión executiva e membros numerarios e correspondentes da Real Academia Galega.

Mediante este escrito renuncio á presidencia da Real Academia Galega e no mesmo acto renunciarei á condición de membro numerario da institución.

Doulles as grazas e un abrazo a todos os membros da Executiva porque á súa intelixencia, superior cultura e desinteresada entrega son debidas as obras, éxitos e conquistas que acadou e coñeceu a Academia no período inconcluso que termina coa redacción da presente carta.

De modo especial quero destacar a dedicación sacrificada e lúcida do Secretario.

Á maioría dos académicos e académicas quérolles significar os meus sentimentos fraternais e o meu agradecemento polo seu labor ilusionado, a súa lealdade institucional e cooperación eficiente.

Non obstante, outros académicos e académicas, unidos a persoas externas, fixéronme sentir que eu non teño sitio na Academia. Beizón tamén a estes e estas porque os seus esforzos, finalmente coroados por un éxito completo, tiveron a virtude de me facer ver a tempo onde debo estar e onde non debo estar nos poucos días que me resten de vida.

Viva e floreza a Academia Galega!

Viva Galicia ceibe!

Xosé L. Méndez Ferrín

Presidente