Digerir la absorción de dos entidades financieras acarreará una severa reducción de plantilla en CaixaBank. Tras la adquisición -fusión por absorción- de Banca Cívica y la compra en subasta de Banco de Valencia, la entidad que preside Isidre Fainé presentó ayer a los sindicatos una cifra abultada: 3.002 despidos. Son los que, a juicio del banco, se necesitan para "adaptarse al entorno actual y mejorar la eficiencia". Entidad y sindicatos constituyeron ayer la mesa laboral que negociará el ERE en una fase de negociación que, según CC OO, tendrá un mes de duración. El periodo de consultas se alargará, de acuerdo con las mismas fuentes, hasta finales de abril.

El banco de La Caixa quiso señalar que, como en procesos anteriores, mantiene "la voluntad negociadora y la disposición al diálogo abierto y continuo con la representación laboral de los trabajadores". Desde Comisiones fueron rotundos: "No compartimos la cifra de afectados por la reestructuración, ya que nos parece excesiva", reclamaron. Piden medidas no traumáticas para reducir la plantilla, que asciende a día de hoy a 32.625 personas.