Al Gobierno central le acompaña la eterna sombra de la petición de un rescate europeo, que el presidente, Mariano Rajoy descartó a veces, otras dejó la puerta abierta en función de los acontecimientos. Pero siempre insistiendo en las consecuencias de la llegada de los "hombres de negro" -la troika, funcionarios de la CE, BCE y FMI-, que asumen el control de las cuentas.

Por los riesgos de una intervención a la española, esta vez con Hacienda de por medio, Núñez Feijóo rechaza el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Por eso y por la capacidad de Galicia para mantenerse en el mercado, aunque sea a tipos más elevados que los que ofrecen los recursos estatales. El presidente de la Xunta insiste que la comunidad estaría dispuesta a estudiar una vía de financiación alternativa al FLA y que abarate la deuda, "donde más interese a los gallegos", asegura. Una exigencia de diferenciación respecto a las que tienen el grifo cerrado. "El FLA está pensado para las comunidades que no pueden colocar su deuda", dice Feijóo.

Valencia, Murcia, Cataluña, Cantabria y Baleares ya anunciaron que acuden al FLA este año.