Millares de personas se manifestaron hoy en Santiago de Compostela en contra de la política lingüística de la Xunta y en defensa del gallego, una protesta que ha reunido a numerosos colectivos ciudadanos, sindicales y representantes de todos los grupos de la oposición en el Parlamento de Galicia.

La marcha, que llenó la Plaza de la Quintana, fue convocada por la plataforma ciudadana 'Queremos Galego', que pide la derogación del decreto vigente porque, en su opinión, ha reducido la presencia de la lengua en los centros educativos. A esta solicitud han sumado su apoyo los principales líderes del PSOE, Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y BNG.

Bajo miles de paraguas en una mañana lluviosa, los manifestantes, de todas las edades, corearon consignas como "aunque se moje, el gallego no encoge" y entre las pancartas había distintos lemas, entre ellos una frase de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao: "Si aún somos gallegos es por obra y gracia del idioma".

A la marcha se sumaron el líder del PSdeG, Pachi Vázquez; los de Alternativa Galega de Esquerda, Xosé Manuel Beiras y Yolanda Díaz, y el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, así como el portavoz parlamentario de esta organización política, Francisco Jorquera, entre otros.

Pachi Vázquez dijo que el PSdeG está hoy "con los gallegos que apuestan por la lengua de nuestro país", porque resulta "increíble que tengamos que estar luchando contra el Gobierno, que es el encargado" de hacerlo.

Apuntó que al PP "no le llegan" sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que invalidaron artículos del decreto que regula el gallego en la educación e insistió en que sigue habiendo "persecución" sobre la lengua.

Por ello, los socialistas están con quienes creen "en su país y su lengua" y consideran que el idioma gallego debe ser "lo que nos una a todos", ante lo que consideró preciso "buscar consensos" e instó al Gobierno gallego a que deje de usar "la lengua propia como una herramienta de confrontación política".

Xosé Manuel Beiras subrayó respecto a la política lingüística del PP que para los "nazi-necios" sobre todo en lo que significa cultura siempre "acaban diciendo lo que decían los nazis no necios, que le llamaban arte degenerado", y consideran que toda la producción de la cultura gallega debe ser considerada como "arte degenerado".

A su juicio, "los colonizados tienen el problema de que el auto-odio se manifiesta por el desprecio por los propios valores de su pueblo; ellos no forman parte de este pueblo, son una excrecencia que parasita las energías de este pueblo".

Pero, dijo, "van a tener su castigo muy pronto, van a desaparecer del mapa porque no hay quien pueda pelear contra un pueblo en pie permanentemente, la historia no se para, puede dar muchas vueltas, y estos están condenados al fracaso, como están fracasando ya en las políticas que están haciendo y que son auténticos crímenes contra la ciudadanía".

Por su parte, Francisco Jorquera opinó que la manifestación lleva el lema "la lengua que nos une", frente a las políticas "lingüicidas" del Partido Popular.

Apuntó que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "se obstina en mantener" el decreto que regula el gallego en la enseñanza, que "condena" al gallego a la "marginalidad", pese a la opinión de la comunidad educativa y a los fallos del TSXG.

A este respecto, subrayó que en los presupuestos de la Xunta para este año las políticas de impulso al idioma se reducen a un tercio de lo que dedicaba hace 20 años el fallecido Manuel Fraga Iribarne.

Mientras, el presidente de la Mesa pola Normalización Lingüística, Carlos Callón, subrayó que la manifestación concitó la presencia del "conjunto de la sociedad gallega, excepto el Partido Popular", que se mantiene en su política "de ataques a nuestra lengua".

Recordó a este respecto que los lemas de la marcha se concretan en reclamar la derogación del "decretazo" del gallego y recordó que varias sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia han "tumbado" algunos apartados de la norma.

También protestan, sostuvo, contra la "ley de la vergüenza", la que propugna el ministro de Educación, José Ignacio Wert, cuya imagen se pudo ver en un cabezudo que portaba un manifestante, ya que pretende "que se financie con dinero público el ataque a nuestro idioma", puesto que estipula, precisó, que a las familias que no quieran "escuchar gallego en la escuela" se les pague centros privados.