El gallego Fernando Sieira Maneiro, con un largo expediente policial como extorsionador profesional -especialmente de narcos-, no pudo resistir la tentación del robo del Códice Calixtino y su repercusión mundial para hacer negocio. Pero su víctima, el exdeán de la catedral José María Díaz no picó el anzuelo y avisó a la Policía, convirtiendo así Santiago en el final del camino de su vida delictiva, al menos por ahora, ya que el juez Vázquez Taín -el mismo que instruye la causa del robo del libro medieval- ordenó ayer su ingreso en prisión provisional.

Le acusa no solo de chantajear al antiguo custodio del valioso libro medieval, sino también a la baronesa Thysssen, a quien supuestamente logró convencer de que pagara 18.000 euros para no hacer público un vídeo comprometedor de su nuera Blanca Cuesta a bordo de un yate. Su detención en Santiago permitió poner nombre y apellidos a la grabación en vídeo del extorsionador realizada por los escoltas de Carmen Cervera y no se descarta que en los próximos días aumente el número de personas perjudicadas.

Fernando Sieira, natural de Noia aunque residente en A Coruña, acudió el pasado jueves a las 9 de la noche al convento de las Mercedarias de Santiago, donde reside el exdeán, a quien había exigido 20.000 euros asegurándole que el ladrón del Códice, Manuel Fernández Castiñeiras, le había hecho llegar desde prisión unas grabaciones con conversaciones supuestamente comprometedoras para él. Pero aunque había quedado con José María Díaz, en vez del canónigo le recibió un equipo de la unidad especial contra el crimen organizado, Greco, de la Policía Nacional.

El exdeán recibió la primera llamada de su extorsionador hace un mes, e inmediatamente denunció los hechos y se puso en marcha la investigación para dar caza al chantajista. El Greco preparó la trampa y aleccionó a la víctima hasta en las conversaciones telefónicas en las que se fijó el encuentro en su propia residencia.

La investigación llevó a los agentes a sospechar que Fernando Sieira era también el extorsionador buscado por un presunto chantaje a la baronesa Thyssen, y tras su arresto se comprobó que efectivamente era el hombre que aparecía en las grabaciones de un encuentro que mantuvo con un escolta de Tita Cervera cuando amenazaba con hacer pública una grabación supuestamente comprometida para su nuera Blanca Cuesta.

Tanto en el caso del exdeán de la catedral de Santiago como en el de Carmen Cervera, los investigadores consideran que hay pruebas suficientes para acusarlo; mientras se investigan al menos otros dos casos similares que, a tenor del "modus operandi" también podrían atribuírsele. No obstante, se cree que el número de afectados puede incrementarse en las próximas semanas.

Sieira Maneiro ha sido objeto de numerosas investigaciones policiales. "Mira los medios de comunicación, estudia quien puede ofrecer información o quien la necesita para perjudicar a alguien, y entonces extorsiona y amenaza sin tener nada, a veces con violencia", aseguran quienes conocen sus andanzas. Todo apunta a que se inició en amenazas y extorsiones a narcos, que no le denunciaban para evitar descubrirse ante las fuerzas de seguridad, pero pronto dio el salto a víctimas más destacadas. Así, en función de las informaciones de los medios de comunicación escogería a las víctimas que considere más propicias en cada momento.

Con fama de hábil para localizar a sus víctimas y conseguir cualquier teléfono, y de escurridizo para levantar el vuelo antes de que pueda ser identificado, consigue contactar con sus víctimas por teléfono, aunque en ocasiones llega a abordarlas directamente. "Todo el mundo tiene un teléfono oficial. Esa es la primera vía que utiliza para establecer contacto. Asegura que tiene información delicada relacionada con algo de lo que ha visto o leído y expone que es mejor hablarlo en una entrevista y así va pasando filtros hasta que consigue un primer encuentro con una persona cercana a su víctima", explican fuentes próximas al caso.

Precisamente su facilidad para esquivar a la Policía y la ausencia de un domicilio conocido aconsejó el jueves su arresto inmediato en cuanto llegó al convento de las Mercedarias y antes de que llegara a reunirse con el exdeán. Tras pasar la noche en dependencias policiales Sieiro Maneiro fue puesto ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago, cuyo titular José Antonio Vázquez Taín ordenó su ingreso en prisión provisional tras tomarle declaración.