La Xunta pagará a los empleados públicos el próximo año de media la mitad de la paga extra de Navidad. El Gobierno central había suprimido esta paga en 2012 con carácter excepcional, pero en los presupuestos del Estado para 2013 volvió a incluirla en la nómina de los trabajadores públicos. El Ejecutivo gallego, sin embargo, tiene que rebajar su objetivo de déficit a la mitad el próximo año y esto le obligará a realizar ajustes. De esta manera, ha optado por no recuperar la totalidad de la extra, sino solo una parte que será proporcional al sueldo de cada empleado público, aunque de media la reducción que se aplicará será de la mitad. Según fuentes sindicales, la Administración autonómica les ofrece esta rebaja salarial a cambio de no prescindir de 3.000 trabajadores. En todo caso, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defiende que los empleados públicos gallegos "ganarán más" que en 2012, puesto que este ejercicio no cobraron ni un euro de la paga de Navidad.

"Sobre lo cobrado en 2012 no va a haber ninguna rebaja. La propuesta es que recuperen parte de la paga extraordinaria que perdieron este año", explicó ayer el jefe del Ejecutivo gallego tras la reunión semanal del Consello de la Xunta. La Consellería de Facenda trasladará hoy las medidas de ajuste salarial a los empleados públicos en una reunión con los sindicatos. Según fuentes sindicales, la opción que pondrán sobre la mesa será la reducción salarial o prescindir de 3.000 empleados públicos. Se trataría de trabajadores contratados en empresas públicas dependientes de la Administración autonómica y, en cualquier caso, desde las centrales ven poco probable un ERE que afecte al personal fijo. Preguntado ayer Feijóo, hasta en dos ocasiones, sobre si habría despidos en la Xunta, el presidente eludió responder y se limitó a afirmar que "darán más estabilidad a los interinos".

Estas nuevas medidas de ajuste salarial causaron sorpresa entre los empleados públicos, puesto que Feijóo había reiterado a lo largo de este año que no pediría más sacrificios al personal de la Xunta. "Yo a los funcionarios no les voy a pedir más esfuerzos desde el punto de vista retributivo. Ya han hecho bastante", había asegurado el pasado 29 de agosto, justo un día después de anunciar el anticipio de las elecciones. "A los contratados temporales y los funcionarios les hemos pedido un esfuerzo, pero su trabajo no corre ningún riesgo", añadió entonces.

La Xunta había aprobado a principios de año una batería de medidas en el sector público que incluían una rebaja de la paga que cobran por baja laboral, la reducción voluntaria de la jornada de los interinos así como la supresión de los derechos de comedor o los días libres por domingos o festivos. Los días de asuntos propios, o moscosos, también se recortaron de nueve a tres.

Estas medidas fueron justificadas por la Xunta, en su momento, precisamente para no tener que tocar el salario de los empleados públicos, que ya había sido rebajado por el Gobierno de Zapatero un 5%. Y luego el Ejecutivo de Rajoy suprimió la extra de Navidad de este año, equivalente a otro 7% de su nómina.

Ahora la Xunta tendrá que cumplir con el objetivo de déficit marcado por el Estado para 2013 que le obligará a reducir su desfase presupuestario del 1,5 por ciento al 0,7 por ciento.

Para conseguirlo el Gobierno gallego ha decidido tocar las nóminas de sus empleados públicos. Feijóo argumenta que otras comunidades autónomas ya han aplicado recortes salariales y que la Xunta, hasta ahora, no lo ha hecho. Además, el jefe del Ejecutivo gallego niega que se trate de una reducción salarial. "No vamos a bajar los sueldos. Vamos a recuperar parte de la paga extra que dejaron de recibir este año. No vamos a pedir más que en otras comunidades autónomas", insiste.

En todo caso, Feijóo advirtió que si el Gobierno central cambiara de opinión y decidiese suprimir más adelante la totalidad de extra de Navidad de 2013, la Xunta estaría obligada legalmente a acatar esta medida y no podría reducir su cuantía solo parcialmente, que es lo que plantea ahora.

El PSdeG ya ha reclamado a la Xunta que respete los puestos de trabajo de la función pública y sus salarios, mientras que AGE critica "la agenda oculta del PP que incluye más paro y más degradación de servicios públicos.