Más de 200 funcionarios han protagonizado una manifestación ante la Xunta para protestar por el hecho de que "los recortes recaigan siempre sobre los mismos". Y es que a su habitual concentración de todos los jueves para quejarse por la supresión de su paga extra de diciembre, se ha unido esta jornada la noticia sobre el recorte de un siete por ciento de sus salarios.

Tras conocer esta decisión del Gobierno gallego a través del diario 'El País', algunos funcionarios se han caracterizado como Papá Noel y O Apalpador ataviados con tijeras y han satirizado los recortes que, a su entender, se realizan en sus nóminas pero no en los "privilegios" de los políticos.

De hecho, aprovechando la reunión del Consello de la Xunta, trataron de hacer entrega al presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, de unas cajas de carbón de Reyes como símbolo de su "cabreo". No obstante, la Policía Autonómica les impidió el acceso a la sala donde se encontraba el mandatario con su gabinete.

Por ello, tras ironizar con que la próxima vez traerán consigo "a Chuck Norris", continuaron en el exterior del edificio coreando 'Feijóo, escoita, seguimos en loita', 'A nosa dignidade non é recortable', 'Os nosos son dereitos, os seus, privilexios' y 'O noso diñeiro vai para os banqueiros'.

Feijóo, compañero

En esta línea, el que ejercía como portavoz de los manifestantes ha recordado al mandatario autonómico que "un día también fue compañero", apelando a su condición de funcionario implicado en protestas sindicales, para subrayar que "los trabajadores públicos ni roban ni son los causantes de la crisis".

"No se nos puede despreciar así", ha lamentado, advirtiendo de que un "paro" de los empleados públicos provoca la paralización de los servicios públicos y de la propia administración. "Si paramos no son nada", ha recalcado, haciendo un llamamiento a participar en las movilizaciones convocadas para esta misma tarde.

Sin información sobre el recorte

En cuanto al recorte en sus salarios, la presidenta de la junta de personal de la Administración autonómica, Pilar de Celis, ha explicado a los medios de comunicación que no se les ha informado de esta decisión.

De hecho, ha indicado que en la comisión de personal celebrada este mismo jueves, en la que tienen asiento tanto los sindicatos como representantes de las consellerías y el director xeral de Función Pública, se les dijo que "no tenían conocimiento de esta información" y fueron emplazados a la Mesa Xeral de Negociación que tendrá lugar el viernes.

"Todos los recortes se hacen sobre los empleados públicos, que tienen salarios de 1.000 euros, y siempre recaen sobre los mismos", ha lamentado, y ha advertido de que los sindicatos "seguirán protestando" para evitarlo.

Y, en lugar de suprimir parte de la nómina a los funcionarios, Pilar de Celis ha recomendado que se recorte en "asistencias técnicas, asesores y privilegios de la clase política". "Siempre estamos los trabajadores pagando el pato de una crisis que no causamos", ha reprobado.

"Ya circulaba"

Por su parte, Juan Loureiro, de UGT, ha explicado a Europa Press que "en los pasillos ya circulaba la noticia" del recorte salarial y ha lamentado que los funcionarios están siendo "bastante perjudicados por los recortes".

"Se ceban con nosotros porque es lo más fácil de cara a la sociedad", ha interpretado, exigiendo a los representantes políticos que "empiecen a pensar en recortar sus derechos", sobre todo cuando "algunos van sobrados con sus salarios".

"Más de lo mismo"

Asimismo, el responsable de Administración Autonómica de CC.OO., Emilio Doforno, ha criticado que "esto es más de lo mismo". "La política del PP es seguir recortando derechos sociales y laborales a los empleados públicos", ha criticado, en declaraciones a Europa Press.

Sobre la posibilidad de que se le reduzca el sueldo de nuevo, ha juzgado que se trata de "una verdadera tomadura de pelo" y "una provocación" a los empleados públicos.

Por ello, Comisiones Obreras convocará "movilizaciones" en todos los ámbitos de la función pública "con más intensidad si cabe" para protestar contra medidas que "está demostrado que no sirven para atajar la crisis, sino para que los ricos sean cada vez más ricos" y los servicios públicos "se deterioren cada vez más".