Los 76.000 millones de euros con los que cerró Novagalicia sus primeras cuentas conjuntas tras la integración de las dos cajas acabarán convertidos, con la profunda reducción impuesta desde Bruselas, a alrededor de 30.000 millones. Un volumen que incluso está a mucha distancia del tamaño de Caixanova justo antes del matrimonio, casi 32.000 millones de euros. Lo que muestra el duro camino que le queda a la entidad gallega con el rescate europeo.

Hacia algo parecido a un modelo de caja primitivo, pero sin su principal seña de identidad, la obra social. Franquicias locales. "Las entidades, que tienen prácticamente todas ellas un claro origen territorial en una parte de España, tienen un conocimiento que les permite operar de manera eficiente, mientras que la experiencia demuestra que la expansión más allá del territorio conocido ha conllevado altos riesgos", aseguraba ayer Joaquín Almunia.

De cómo acabaron en esta situación, el comisario de Competencia mira directamente a los a los que "gestionaron mal estas entidades". "No vamos a poner nombres y apellidos, pero los podemos ir poniendo en común unos y otros y nos saldría una lista relativamente larga", asegura.

La aprobación de los cuatro planes de reestructuración es para la Comisión Europea la superación de "un hito" en el ajuste obligado del sector. En Bruselas queda ahora el análisis del resto de entidades que arrojaron un déficit de capital en el test de estrés de Oliver Wyman, sin estar bajo la tutela del FROB. Banco Ceiss, Caja3, Mare Nostrum y Liberbank. Lo que implica, porque no se mencionó, que también las autoridades europeas, al igual que las españolas, avalan la hoja de ruta del Popular para esquivar las ayudas públicas. "Nuestra responsabilidad a partir de hoy es vigilar, hacer el seguimiento de que todas las fases se hacen conforme a nuestra decisión", sostiene Almunia.

La misma explicación para rechazar que desde la Comisión se imponga que los recortes de plantilla sigan la nueva reforma laboral. "Claramente no", respondió. En eso, dice el titular de Competencia, Bruselas no se va a meter, aunque algunas fuentes dejaban ayer entrever que podría haber un acuerdo con España para mejorar las condiciones previstas en la ley.