Tres jóvenes gallegos que habían sido imputados por "desórdenes" producidos durante el pasado 25 de julio, Día de Galicia, fueron condenados ayer a un total de tres años y medio de prisión por diferentes delitos.

Dos de los tres detenidos son miembros de la organización juvenil de izquierda independentista Briga, colectivo que califica a los imputados de "víctimas de una durísima persecución policial" en lo que consideran un "juicio político" con el objetivo, señalan, de "acobardar a la juventud en esta siniestra marea de miseria de España".

Según la sentencia que ha sido aceptada por conformidad entre las partes, el primero de los acusados, Brandam, de 22 años, ha sido condenado a un año de prisión por un delito de atentado y a seis meses por lesiones; mientras que Simom, de 19 años, ha recibido una condena de seis meses de prisión por resistencia a la que se añaden otros seis meses por desórdenes públicos. El tercero de los condenados, Raúl, fue sentenciado a un año de prisión por un delito de estragos, según informó el letrado que le representa.

Los tres jóvenes estaban imputados por "desórdenes" producidos durante el pasado 25 de julio y estaban acusados de dos delitos de desórdenes públicos y atentado, un delito de resistencia y un delito de estragos. Como máximo, el ministerio fiscal solicitaba para ellos 17 años de prisión.

Con motivo de la celebración de esta vista en los juzgados de Santiago de Compostela, la organización independentista Briga convocó una concentración a la entrada de este edificio en la que decenas de personas se dieron cita para reclamar la absolución de los jóvenes imputados.

Según denuncia el colectivo Briga, los jóvenes han sido acusados por "reivindicar dignamente en un día tan señalado su voluntad de continuar siendo gallegos y que no se resignan a la dura realidad que les ofrece España y el capitalismo".