Banco Gallego no forma parte del "corazón" de Novagalicia Banco y, por esta razón, se queda al margen de la reestructuración de la entidad que preside José María Castellano. Este ha sido el diagnóstico de "las autoridades" (españolas y europeas), de ahí que el Fondo Bancario (FROB) se vaya a ocupar directamente de la venta del Gallego. Así lo confirmó ayer Castellano en un desayuno informativo en Madrid, y de este modo los caminos de ambas entidades se bifurcan definitivamente después de que el supervisor bancario incluyera a ambas en el mismo plan de reestructuración. "Habían mantenido al Gallego en nuestro plan, pero las autoridades han tomado esta decisión", confirmaron desde NCG Banco a preguntas de FARO. La entidad posee el 49,85% del banco presidido por Juan Manuel Urgoiti.

Castellano ya había trasladado a los sindicatos el lunes que Banco Gallego "no se liquidará", y que el Fondo Bancario (principal accionista indirecto después de la nacionalización de NCG) lo va a recapitalizar después de valorarlo. "Está en venta y fuera de nuestro ámbito", aclaró el presidente de Novagalicia. Hasta la fecha no se había descartado la absorción del Gallego, que cuenta con 750 empleados. La entidad intentó sin éxito en junio ampliar capital por 254,7 millones, pero los socios (entre los que están también Epifanio Campo, Javier Ungría o Amancio Ortega) dijeron 'no'.

Con Banco Gallego al margen, el futuro para Novagalicia pasa por convertir la entidad en una "más pequeña, pero más rentable", explicó Castellano. En este sentido su número dos, César González-Bueno, explicó que el proceso de privatización del banco no tiene como "condición necesaria" la venta de su marca EVO Banco. "Hay intereses, contactos", pero todavía no está formalmente en venta. Antes de que sea así es preciso "elaborar un cuaderno de venta" y, a partir de ahí, formalizar contactos con inversores "de todo perfil" que han mostrado su interés por comprarlo. Eso sí, Novagalicia se da dos años para transferirlo a un inversor. En caso de que no exista comprador, la actividad comercial de EVO se iría suprimiendo de manera "paulatina".

Pese a todos los problemas, los máximos gestores del banco apuestan por su proyecto inicial: la entrada de inversores privados. "Ellos sí creen en un modelo de banca regional", indicó González-Bueno, con vistas ya a convertir Novagalicia en una entidad musculada con la comunidad gallega como único ámbito de actuación. NCG Banco será un banco puente que recibirá la inyección de capital antes de que finalice el año, y a partir de ahí apuestan porque transcurran "tres años" para "reorganizar" la entidad. En los dos siguientes -y hasta cinco- podrían surgir tres salidas definitivas: venta a un banco español, a uno extranjero o la ansiada entrada de inversores internacionales. La "nueva máxima de Bruselas" es de no hacer "subastas exprés", sino la de maximizar en todo lo posible "el valor de venta" tanto de EVO como, llegado el caso, de NCG.