El PPdeG repetirá al frente de la Xunta. El cambio iniciado hace cuatro años tras el bipartito de PSdeG y BNG se consolida. La encuesta de la empresa Ipsos para FARO DE VIGO revela que Alberto Núñez Feijóo apuntalará el próximo domingo la mayoría, con una horquilla de entre 37 y 41 escaños. El PSdeG perdería entre uno y tres diputados, pasando de 25 a 22-24. Y el BNG, que ahora tiene 12 escaños, vería mermada su representación entre uno y tres diputados. La sorpresa sería la entrada de Alternativa Galega de Esquerdas -alianza entre Esquerda Unida y la Anova de Beiras- con tres o cuatro parlamentarios, que quitará a la oposición.

El índice de participación, considerado clave para definir la distribución de fuerzas, será del 62,7%, 7,8 puntos menos que hace cuatro años. El 10,8% de los encuestados no participará en los comicios y el 15,7% aún no ha decidido si votará y de hacerlo, a quién votará.

El PP necesita 38 actas de diputado para gobernar y de los cinco escenarios que se dibujan como posibles solo en uno pierde la mayoría absoluta y en el resto la fortalecería, pese a la crisis económicos. Sería en el caso de que perdiese un parlamentario por Pontevedra (única circunscripción por donde puede restar un escaño o quedarse igual que está), y no ganase ninguna acta en otra provincia.

En A Coruña, Lugo y Ourense, el PPdeG, con el 46,4% de los votos, tres décimas menos que en 2009, conservará los escaños que ya tiene e incluso tiene opciones de ganar un parlamentario por cada una de las tres provincias.

Hay otro cuatro escenarios, que son más probables que el de la pérdida de la mayoría absoluta. Quedarse tal cual está, con 38 escaños. Sería factible si pierde el de Pontevedra (44,6% de los votos) y obtiene uno más en Lugo (provincia donde tiene más opciones de sumar un acta, con el 48,2% de los votos) o en Ourense (46,8% de los votos). También podría repetir 38 si conserva el de Pontevedra y no suma por las otras circunscripciones.

Un segundo escenario sería llegar a 39 parlamentarios. Sucedería si pierde uno en Pontevedra y suma uno por Lugo y otro por Ourense. O si conserva el de Pontevedra, y obtiene uno más en Lugo o en Ourense.

La tercera opción es alcanzar los 40 escaños, posible si resta el de Pontevedra y suma uno por cada circunscripción restante. El mismo resultado lo puede conseguir si conserva el de Pontevedra y obtiene uno más en Lugo y en Ourense. En A Coruña lo tiene más difícil.

Y podría incluso alcanzar los 41 escaños, el escenario más improbable, junto a la no renovación de la mayoría absoluta, si se queda en Pontevedra tal cual está, con once escaños, y suma uno por Ourense, uno por Lugo y uno por A Coruña (45,1% de los votos).

La mayor fuga de votos la sufrirá la oposición. El PSOE, aún tocado por la derrota de las generales, la mayor de su historia, recogerá el 25,8% de las papeletas, 5,2 puntos menos que en los últimos comicios.

Esta pérdida se traduciría entre uno y tres escaños menos que ahora: 22 o 24. La formación de Pachi Vázquez resistiría en Pontevedra, donde conservaría sus siete diputados y perdería un 4,3% de los votos, mientras que restaría un acta por A Coruña, provincia por la que entraría la coalición de Beiras y EU y por la que el PP podría ganar uno más. En esta circunscripción, los socialistas con Francisco Caamaño al frente pierden un 6% de los votos con respecto a 2009 y se quedan en el 24,5% de las papeletas.

En Lugo y Ourense, dos provincias inmersas en la Operación Pokémon, supuesta trama de corrupción de cargos públicos en la concesión de servicios, el PSOE, según el sondeo de Ipsos, o conserva el número de escaños o puede perder un diputado por cada provincia. La fuga de votos es similar en las dos circunscripciones: un 4,8% en Ourense y un 4,7 en Lugo. Si el peor resultado lo tendría en A Coruña con un 6% menos de votos, el mejor lo lograría en Pontevedra con una caída del 4,3%.

El BNG pasará del 16% de los votos al 13,3% de las papeletas, 2,67 puntos menos. Y esta merma podría traducirse en hasta tres escaños menos para la formación frentista, que desde los últimos comicios sufrió en su seno dos escisiones que concurren por separado a la cita con las urnas: parte de los compañeros de Máis Galiza que se presentan bajo las siglas de Compromiso por Galicia y que aglutinan a fuerzas y políticos de otras sensibilidades; y los Irmandiños liderados por Xosé Manuel Beiras y que se han coaligado con Esquerda Unida.

En Pontevedra, con un 2% menos de votos, el BNG o mantiene posiciones o resta un acta, que se llevaría Anova. Y el mismo escenario se dibuja para A Coruña (un 2,3% menos de papeletas), donde el escaño que puede perder sería también para la alianza de Beiras y EU. En Ourense, perderá uno de los dos parlamentarios que tiene, tras caer en votos 4,8 puntos. Lo ganará Anova. En Lugo calcará el resultado de hace cuatro años (dos escaños), aunque registrará un descenso en papeletas de 4,7 puntos.

La novedad en estos comicios es que irrumpiría en el Parlamento una cuarta fuerza política, tras años de tripartidismo, y además podría sacar hasta cuatro escaños que le quitaría sobre todo a socialistas y nacionalistas. El estudio de Ipsos prevé que en Pontevedra el exlíder del BNG y sus compañeros de EU saquen uno o dos escaños, en A Coruña, uno y en Ourense, otro. En Lugo, no obtendrían representación.

Supondría el regreso de Beiras, tras su marcha de la formación frentista, al Parlamento, y de Esquerda Unida, que obtuvo dos escaños cuando en 1997 fue en coalición con el PSOE.

La alianza de EU y Beiras se haría con el 4,3% de los votos de toda Galicia, frente al 1% de las papeletas que la formación de Cayo Lara recogió en 2009. UPyD, la formación liderada por Rosa Díez, se quedaría fuera de la Cámara autonómica, con el 2,5% de las papeletas, frente al 1,4% de hace cuatro años.

Compromiso por Galicia, liderado por Xoán Bascuas, se haría con el 1,7% de las papeletas y Sociedad Civil y Democracia,con Mario Conde al frente, sumaría el 1% de los votos. Dos porcentajes insuficientes para dar el salto, igual que UPyD, al Parlamento gallego.

Otras formaciones se repartirán el 3,9% de las papeletas y los votos en blanco serán el 6,7% de los emitidos. En 2009, las fuerzas minoritarias y las papeletas en blanco sumaban el 3,9% de los votos.

La encuesta, a 1.400 personas, revela que la intención de voto al PPdeG es de un 31,8%, que en la provincia de Pontevedra baja al 26,9%; al PSdeG, un 18,4% que en Pontevedra sube al 20,2%; al BNG, un 9,4%, que en Pontevedra es del 10,1% y a Alternativa Galega de Esquerda, un 2,2%, que en Pontevedra es del 2,6%.