El Ministerio de Interior rebajará de 100 a 90 kilómetros por hora el límite de velocidad en las carreteras secundarias y estudia elevar el máximo en las autopistas y autovías de los 120 a los 130 por hora.

Así lo avanzó ayer el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que, junto con la Dirección General de Tráfico, está trabajando en redimensionar los límites de la velocidad porque hay un consenso social sobre que el diferencial de veinte kilómetros por hora entre las vías rápidas y las carreteras secundarias "no es razonable".

Ante este diagnóstico, el ministro ha planteado tres alternativas: elevar el límite de 120 por hora en las autopistas y autovías; reducir el límite de 100 por hora en las carreteras secundarias; o un mixto, en el que subiría el límite en las autopistas y se reduciría en las carreteras secundarias.

Por el momento, Fernández Díaz explicó que ya tienen decidido rebajar de 100 a 90 por hora el límite en las carreteras secundarias, pero que en cambio todavía no tienen claro si elevarán el límite en las autopistas para que pase a ser de 130 por hora. En este sentido, aclaró que la posibilidad de que en las autopistas y autovías se pueda ir a 130 está todavía en estudio.

Por su parte, la Dirección General de Tráfico (DGT) destacó el "amplio consenso" alcanzado en la sociedad española y en los sectores implicados en la necesidad de reducir el límite de velocidad en las carreteras convencionales, las más peligrosas y en las que se acumula casi el 80 por ciento de las víctimas mortales.

Sobre la posibilidad de incrementar al mismo tiempo el límite en autopistas y autovías hasta los 130 kilómetros por hora, las fuentes de la DGT consultadas dejaron claro que se trata de una propuesta que todavía está en fase de estudio, y que no hay ninguna decisión adoptada por el momento.

Las principales asociaciones de víctimas de accidentes aplaudieron ayer la decisión de disminuir la velocidad en las carreteras convencionales anunciada por el ministro de Interior, al entender que "va a reducir el número de accidentes y la gravedad de los mismos".

Por su parte, los conductores, integrados en el Real Automóvil Club de España (RACE), también se mostraron favorables a una posible revisión de los límites de velocidad en función de las condiciones de la vía teniendo en cuenta la densidad, peligrosidad, tipo de calzada y meteorología. El club automovilista se apoya en que estos condicionantes ya son utilizados para fijar la velocidad en países como Alemania y Francia que destacan por sus bajos índices de siniestralidad vial.

Uno de cada tres fallecidos en accidentes de circulación en Galicia conducía bajo los efectos del alcohol

El alcohol es la gran lacra de la accidentalidad en las carreteras gallegas. Ni las continuas campañas de la DGT ni las amenazas de multa e incluso pena de cárcel logran convencer a los que se ponen con una copa de más al volante. Las autopsias practicadas a las víctimas de accidentes de tráfico ocurridos en Galicia ratifican la presencia del alcohol en un elevado número de siniestros. Hasta un 33,6% de las víctimas de tráfico registradas el año pasado en la comunidad gallega, incluidos los peatones, superaban la tasa de alcohol permitida (0,5 gramos por litro en sangre), según el balance del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) recogido por la Fiscalía Superior en la memoria de 2011.

A la vista de las estadísticas de Tráfico del año pasado, parece que el consejo de si bebes no conduzcas no ha calado entre los conductores gallegos. Y sobre todo entre los automovilistas más veteranos. El mayor número de positivos, según alerta el Imelga, se concentran entre la franja de edad de entre 51 y 60 años. Y la mayoría, seis de cada diez, con una tasa superior al 1,4 g/l. "Son cada vez más los jóvenes que toman conciencia del riesgo que supone ponerse al volante tras haber consumido alcohol", celebra el jefe de Tráfico de A Coruña y coordinador de los centros territoriales de Galicia, Pedro Pastor del Castillo. No obstante, el responsable de la DGT en Galicia apunta que el problema del alcohol en la conducción está en los conductores de más de 40 años y que el consumo supone un problema de salud. "

Solo en 2011, un total de 4.834 conductores fueron llevados a juicio en Galicia por superar la tasa de alcohol permitida, cuatrocientos al mes. Un volumen de vistas que supone el 63% de las celebradas por delitos de tráfico.

Las estadísticas del año pasado revelan un aumento del 13% de los delitos de conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas o drogas.