No es lo mismo acudir a rehabilitación de una extremidad dañada, por ejemplo, "por el estado del paciente, en sí mismo, cuando no es muy grave", quizás una persona joven que está de baja por un golpe, que depender de una máquina de hemodiálisis tres días a la semana durante toda la tarde (y la vida), normalmente pacientes crónicos que no pueden trabajar y con una pensión no contributiva que da para pocos lujos. Y sin la diálisis no pueden vivir. Tampoco es lo mismo un paciente que se está sometiendo a sesiones de radio, que de quimio. La fortaleza del enfermo para afrontar su día a día no tiene nada que ver.

Empresas de ambulancias de Galicia, que trabajan para el Sergas trasladando al hospital a enfermos no urgentes, y también asociaciones de pacientes con dolencias tanto de riñón como de cáncer (los más asustados por la eliminación de la gratuidad del servicio de ambulancia aprobada por el Gobierno en este paquete de reformas) coinciden en algo que consideran fundamental, no solo para el bolsillo sino para la vida en sí misma: "¡Ojo, que no paguen justos por pecadores¡".

¿Cuánto tendrán que aportar los usuarios de las ambulancias programadas, para acudir a diálisis o para recibir la quimio? "Hasta el momento esta asistencia era totalmente gratuita; todavía está por definir qué aportación hará cada usuario que tenga la prescripción del facultativo, si serán los mismos costes de los tramos marcados para los medicamentos o no", indicó ayer la Consellería de Sanidad. El Sergas les paga a las empresas de ambulancias una tarifa plana por vehículo sanitario al año. En principio, para estas compañías no supondrá ningún cambio a no ser que a los usuarios les cueste demasiado, en función de las tarifas que se fijen, y dejen de usarlas, optando por otra vía para trasladarse al hospital (tipo coche particular) o renunciando a asistencia en ciertos casos. ¿Pero cuánto cuesta un servicio de ambulancia? El decreto del Sergas que establece las tarifas de los servicios sanitarios, teniendo en cuenta que no es una emergencia (transporte no urgente), establece en 0,67 euros el coste por kilómetro en servicios interurbanos programados y en 0,79 euros los no programados. Esto significa, por poner un ejemplo, que una ambulancia desde Cangas a Vigo para una asistencia de diálisis, radioterapia o incluso una rehabilitación cuesta 40,2 euros, si el usuario tuviese que pagarla íntegra, según explican fuentes del sector de ambulancias basándose en el decreto de precios. ¿Si se mueve en taxi? Supondría unos 40 euros ida y vuelta de coste, teniendo en cuenta que la ambulancia siempre tiene un equipo mínimo de asistencia (incluso las no medicalizadas), que suelen ir varios usuarios cuando es un servicio programado y que el personal tiene una mínima preparación sanitaria. Al margen de esta comparación a modo de referencia, cuánto tendrá que aportar el usuario a esos 40,2 euros de trayecto entre Cangas y Vigo, dependerá de los tramos de copago que fije el Sergas.

¿Urgente o social?

Responsables de estas compañías consultadas por FARO expresan que se cometen muchos abusos, en el sentido de que "hay personas que no están muy graves y que podrían ir en otro tipo de transporte, evitándose el gasto que supone un traslado en ambulancia", critican. Ellos comprueban el estado de cada uno de los pacientes que se mueven a diario al hospital a algún tipo de tratamiento o rehabilitación. En todo caso, "esta responsabilidad de ser eficientes y evitar dar servicio a los casos de menor gravedad, si ese es el objetivo, es una cadena; empieza en el propio médico, que es el que aprueba dicho transporte y también depende de Inspección, que debería controlar cada caso".

Lo expresan, desde el anonimato, para que "la reforma sea lo más justa posible y hay maneras de no dejar a nadie, que realmente lo necesite, desasistido, sin aplicar la norma para todos por igual". "Lo que no puede ser es utilizar una ambulancia como un taxi, y para cierto tipo de pacientes sin gravedad extrema, podría utilizarse, por ejemplo, un transporte social, que no cuesta tanto y sería igual de válido, pero para ello tendrían que colaborar desde los servicios sociales de los ayuntamientos, con datos sobre el estado de cada enfermo para ponderar si necesita o no una ambulancia", expresa el responsable de una de las compañías que presta este servicio al Sergas.