La Xunta considera que el aval contra futuras pérdidas (o esquema de protección de activos, EPA) que Novagalicia Banco ha pedido para blindar su continuidad en solitario es acorde a los que ya fueron concedidos en casos de entidades intervenidas por el Banco de España. El director xeral de Política Financeira de la Consellería de Facenda, Manuel Galdo, recurrió ayer a los ejemplos de Caja Castilla-La Mancha (CCM), CajaSur o Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) para pedir un trato "igualitario" para la entidad que preside José María Castellano. NCG todavía desconoce su futuro y no sabe si podrá efectuar una subasta parcial que dé entrada a inversores a través de un "proceso competitivo".

En comisión parlamentaria, Galdo echó mano de los "precedentes" de otras cajas para defender que el EPA solicitado por NCG es la opción "menos gravosa" para las arcas públicas. En su opinión, los más de 5.000 millones de euros a fondo perdido que ha costado la intervención y subasta de la CAM nada tienen que ver con la estrategia planteada por Castellano. En el caso del banco gallego, la dirección necesita un aval por la mitad de los activos (casi 30.000 millones) para dar entrada a los "cinco fondos" dispuestos a entrar en el capital. En caso de futuras pérdidas, el 75% serían asumidas por el Fondo de Garantía o el FROB, por un 25% por parte de los propios inversores.

Inflación

Galdo respondió a preguntas de los diputados del PSdeG y BNG, María José Caride y Carlos Aymerich, respectivamente. Fue la diputada socialista la que vinculó los EPA con la "falta de confianza" de los inversores en un proyecto financiero. El director xeral cree que, debido a los precedentes que existen ya en el proceso de reestructuración financiera, "cualquier inversor pedirá condiciones similares" a las que ya se han pactado. Citó nuevamente el caso de la CAM, cuyo EPA protegerá el 80% de posibles pérdidas futuras. "Los precios que ha habido hasta ahora generan inflación", consideró.

Sobre la estrategia de los fondos –Galdo también habló de cinco, al igual que Castellano–, el representante de la Xunta aseguró que "no son fondos buitre". Además, indicó que "la fórmula" por la que ha optado Novagalicia Banco "impide su salida a corto plazo". Aunque NCG estima la salida de estos inversores en el momento en que la entidad salga a bolsa, en 2014, Manuel Galdo elevó el tiempo de permanencia de estos inversores: "No es cuestión ni de dos años", exhortó. El Gobierno gallego indicó también que los inversores, que llegarían en todo caso si se aprueba el EPA, también participarían en la gestión diaria del negocio de Novagalicia. Galdo no se refirió durante su intervención –aunque sí se incluyó en la nota de prensa remitida por la Xunta– a un "proceso competitivo" que permita la entrada de cualquier interesado en pujar por la parte que NCG abre a subasta. Avanzó, eso sí, que la entidad cerró el primer trimestre con beneficios tras las pérdidas registradas en 2011.

Parte laboral

La comisión abordó también la destrucción de puestos de trabajo que la fusión y posterior bancarización de Novacaixagalicia había causado, algo que Galdo estimó "necesario" tras el ingente incremento de la capacidad instalada de NCG entre los años 2005 y 2008. A este respecto, y como confirmaron a FARO fuentes sindicales, la empresa ya ha puesto en marcha el tercer ERE con la comunicación a trabajadores de suspensiones de contratos o traslados.

El saldo actual de preferentes es de 8.500 millones

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cifra en 8.500 millones el saldo actual de participaciones preferentes que aún no han sido canjeadas por otros productos más líquidos. Esta cifra se ciñe exclusivamente a "inversores minoristas", no a instituciones que manejan capital en el mercado secundario. Más de cincuenta entidades financieras españolas distribuyeron un total de 22.374 millones de euros en estos productos a clientes particulares en un momento, como reconoce la CNMV, en que éstos computaban como capital de máxima calidad.

El Instituto Galego de Consumo (IGC) ya envío el pasado 20 de febrero los primeros documentos a la Fiscalía general de Galicia para determinar si se puede actuar contra las entidades financieras que comercializaron estos productos. Mientras tanto prosiguen las protestas contra lo que los afectados califican de "corralito" financiero. Medio millar de personas se manifestaron ayer por las calles de Vigo contra este producto financiero con las oficinas de Novagalicia como blanco de sus proclamas. Los afectados, que partieron de la calle Castelao, lanzaron huevos contra la fachada de hasta tres sucursales, aunque no se produjeron mayores incidencias.