El corazón del parque natural de las Fragas do Eume, una joya forestal de más 9.000 hectáreas de naturaleza viva, ha quedado reducido a cenizas. El incendio intencionado con tres focos que comenzó pasadas las 15:00 horas del sábado en el municipio coruñés de A Capela devoró más de 750 hectáreas –500 arboladas– según estimaciones de la Consellería de Medio Rural. La gravedad de la situación y la extensión del fuego obligó a la Xunta a activar el nivel de alerta 1 por la proximidad de las llamas a las viviendas –el sábado fueron desalojados cerca de 300 vecinos de los lugares de Teixido, Vilariño, O Coto y A Ribeira, aunque finalmente pudieron pasar la noche en sus casas– y a reclamar la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Hasta un total de 286 militares junto a 24 brigadas, 18 agentes forestas, 14 motobombas, tres técnicos, tres palas, seite helicópteros y siete aviones trabajaron ayer en las labores de extinción del fuego que devastó un hábitat que esconde uno de los mejores ejemplos de bosque atlántico europeo.

Las altas temperaturas y la sequía acumulada han convertido los montes gallegos en un auténtico polvorín. Castrelo do Val, Monterroso, Lobios, Mondariz, Avión... La ola de incendios de la semana pasada arrasó casi 800 hectáreas en la comunidad. Solo este fin de semana en el parque natural eumés, las llamas devastaron más de 750 hectáreas. Una cifra que se queda muy por debajo de la estimación del alcalde de A Cañela, Manuel Meizoso, que apuntó de una extensión afectada de al menos 2.000 hectáreas.

La Xunta informó al mediodía que se habían quemado 750 hectáreas y mantuvo la misma cifra al final de la tarde. Explicó que en la primera estimación, con las llamas ya controladas, se calculó el perímetro del incendio y que por la tarde apenas se extendió, aunque sobre las 16:30 horas, las llamas saltaron al municipio de As Pontes. El monasterio de Caaveiro, ubicado en A Capela y propiedad de la Diputación, no ha sufrido daños y se encuentra vigilado por dos camiones y efectivos de la UME.

De acto "criminal" calificó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el fuego en el parque natural eumés al tiempo que consideró que fue intencionado, "no cabe otra posibilidad". "La semana pasada nos quemaron una vida [en alusión al brigadista fallecido en Castrelo do Val] y ahora nos queman un parque natural. Esto no tiene ningún sentido salvo la intención de hacer daño, de hacer un acto criminal contra la vida de las personas y el patrimonio de Galicia", denunció.

En una reunión con los alcaldes de Monfero, As Pontes, Cabanas, A Capela y de Pontedeume para analizar la situación, Feijóo –acompañado por los conselleiros de Medio Ambiente y de Medio Rural, Agustín Hernández y Rosa Quintana, respectivamente– informó de que el incendio comenzó en tres focos distintos a la vez y advirtió de que las condiciones climatológicas, por la presencia de viento y escasa humedad, unidas a la sequía, favorecieron su rápida propagación.

Ante las críticas por los escasos medios movilizados, tanto Feijóo como Hernández defendieron el despliegue de la Xunta y el Gobierno central y avanzaron que se tomarán medidas para recuperar el espacio natural. "No creo que se puedan poner más medios", concluyó Feijóo al tiempo que prometió que "la investigación se va a hacer con total intensidad".

"Por la noche estuvimos abandonados"

Pocos recursos ante una situación de "altísimo riesgo", el "peligro" de "descuidar la prevención", una "catástrofe sin precedentes", una "política forestal suicida", las "miserias de las políticas de conservación". Fueron los reproches que partidos políticos y organizaciones ecologistas hicieron ayer al Gobierno de Feijóo por las consecuencias del incendio que arrasó el parque natural de las Fragas do Eume.

El alcance de las llamas fue de tal magnitud que ya el sábado la Xunta demandó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ministerio de Defensa. El mismo día que comenzó el incendio ya estaban en el parque natural eumés, pero los vecinos aseguraron ayer sentirse "abandonados". El alcalde de A Capela, Manuel Meizoso, manifestó ayer su "descontento" con la actuación de la UME durante la madrugada del sábado al domingo porque, según explicó, pese a que había militares desplazados, "no tenían orden de actuación" cuando se les fue a pedir ayuda.

"Reitero lo que le dije al presidente Feijóo sobre mi descontento con la actuación de la UME. Estábamos abandonados por la noche", cuestionó el regidor. En este encuentro, apuntó Meizoso, presidente y conselleiros les "prometieron ayudas" y adquirieron el compromiso de repoblar el parque. Su homólogo en As Pontes, Valentín González Formoso, lamentó que al "desastre" medioambiental hay que sumar las "consecuencias socioeconómicas", puesto que es una zona de turismo rural muy relevante.