En poco más de una hora culminó el primer viaje de un AVE que, sin embargo, tardó más de una década en llegar a Galicia. La primera línea de alta velocidad gallega, que conectará las ciudades de A Coruña, Santiago y Ourense, fue inaugurada ayer por el ministro en funciones, José Blanco, que pone así la guinda a treinta meses de gestión al frente de Fomento durante los cuales convirtió el AVE a Galicia en su empeño personal y su proyecto estrella. Se va, sin embargo, dejando pendiente aún por adjudicar obras para conectar la comunidad autónoma con la Meseta por valor de 4.600 millones de euros. También queda en pañales la conexión directa a Vigo por Cerdedo. Y a las puertas de marcharse, el ministro decidió dejar un recado al nuevo Gobierno que tomará posesión dentro de doce días: "Confío plenamente en que el nuevo Ejecutivo mantenga la inversión que permita completar la línea en tiempo y forma".

"Es responsable y razonable hacerlo. Los compromisos deben cumplirse más allá del color político", añadió. Son además sus primeras palabras tras conocerse que, a petición del PP, Fomento decidió suspender las licitaciones y adjudicaciones del AVE gallego hasta que entre el nuevo Gobierno. Ni Blanco ni el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que compartieron viaje inaugural, aludieron ayer directamente a la polémica, pero el jefe del Ejecutivo gallego replicó al ministro que cuenta con el "compromiso explícito" del futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de impulsar el AVE gallego.

En todo caso Feijóo, que reconoció el trabajo de Blanco, también advirtió que la línea A Coruña-Santiago-Ourense solo es "el final del principio". Según su metáfora, el corredor que ayer se inauguró es "la guinda". "Pero ahora falta dar forma a la tarta", apuntó. En este sentido, advirtió que es "imprescindible" dar continuidad a esta línea hacia la Meseta y advirtió que el carácter reivindicativo que tuvo para exigir el AVE cuando fue conselleiro de Política Territorial, en el Gobierno de Manuel Fraga, desde la oposición en la etapa del bipartito, y siendo titular de la Xunta con el Ejecutivo de Zapatero lo mantendrá ahora duranta el mandato de Rajoy.

Con Blanco y Feijóo compartió vagón en el primer tren Avant que circula por una línea del AVE en Galicia, el presidente del Principado de Asturias y exministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, que fue invitado por su papel en el impulso de la alta velocidad gallega, trabajo que ayer reivindicó Feijóo. "Licitó todos los tramos entre Santiago y Ourense y contrató 10 de los doce", recordó.

Ocho años después de que colocara las primeras traviesas de esta línea de alta velocidad, Cascos regresó a Galicia para subirse al AVE. "Lo que se ha hecho aquí hoy es un paso muy importante que tiene que continuar hasta completar la integración de la red ferroviaria española y la gallega en la red internacional europea", subrayó.

Con esta idea concordó Blanco. "La modernización de los sistemas de transportes de Galicia no debe detenerse", advirtió al tiempo que apelaba al consenso: "Debe ser una lucha compartida".

El ministro puso cifras sobre la mesa para defender que el corredor de alta velocidad entre A Coruña y Ourense "ha sido la mayor inversión de la historia de una obra pública en Galicia". Según explicó, esta infraestructura, que transcurre a lo largo de 150 kilómetros, ha costado 3.300 millones de euros. Sin embargo, Blanco volvió a apelar a la sociedad civil que es ahora la que tiene que sacarle "rendimiento a cada euro invertido en esta obra". "No comparto la opinión de los que dicen que el AVE es la solución a los problemas de un territorio. Pero tampoco la de quienes dicen que es un despilfarro", explicó.

No faltaron en el viaje inaugural los alcaldes de las ciudades que pasarán a estar conectadas por AVE, además del regidor de Lugo, Xosé Clemente López Orozco, que también acudió al acto.

El ourensano Francisco Rodríguez fue el más reivindicativo al advertir al nuevo Gobierno del PP que el AVE gallego "no se puede parar ni retrasar ni poner en riesgo hasta que se ponga la última piedra del proyecto".

El regidor de A Coruña, Carlos Negreira, también abogó porque "más pronto que tarde" Galicia quede conectada con Madrid pero puso el énfasis en la necesidad de alcanzar "consensos" que permitan sacar adelante esta infraestructura. Por su parte, el alcalde de Santiago, el popular Gerardo Conde Roa, destacó que esta conexión permite conformar una "Galicia única y policéntrica".

También el líder del PSdeG, Manuel Vázquez, se mostró feliz y "orgulloso como ourensano" de que se inaugure esta línea de alta velocidad "que parecía que no iba a llegar nunca".