Los ciudadanos de fuera de Galicia tienen a partir de ahora más restricciones para operarse de una patología "no grave" en los hospitales de la comunidad. Solo los que estén censados en un municipio gallego seis meses como mínimo, acreditando así que residen en Galicia, podrán someterse a una intervención financiada por la seguridad social. Este requisito introducido por la Consellería de Sanidade en la nueva orden para el reconocimiento de la asistencia sanitaria afectará principalmente a operaciones de cardiología, traumatología, vista (cataratas) o cirugía general, digestiva o vesícula. De este modo, la sanidad gallega blinda su sostenibilidad evitando, según el PPdeG, un aumento de pacientes procedentes de otras comunidades autónomas con listas de espera más altas y también "el turismo sanitario": ciudadanos de otros países que aprovechan su estancia en la comunidad para operarse.

Se trata de un periodo de carencia de 183 días que Sanidade estrena en esta nueva normativa, que entró en vigor en septiembre. Tiene que pasar obligatoriamente este tiempo, con domicilio en concellos gallegos, para que un ciudadano de otra comunidad autónoma o un extranjero pueda beneficiarse de una operación. ¿Y si es una urgencia? Para casos de urgencia y emergencias se garantiza asistencia plena: es una excepción que contempla la orden. Tampoco los niños ni las embarazadas sufrirán la restricción temporal.

Se trata de operaciones normalmente con lista de espera. ¿Qué ocurre? Que en unas comunidades el ritmo de las intervenciones es más ágil que en otras y, en este caso, la Xunta hace uso de sus competencias en materia de asistencia sanitaria para implantar sus propias condiciones. Por otro lado, la ley de cohesión sanitaria nacional garantiza los mismos servicios para todos los ciudadanos. De hecho, el Ministerio de Sanidad aprobó en agosto un real decreto para que los tiempos de espera para operaciones de corazón, cataratas y prótesis no supere los seis meses. Han de acatarlo todas las autonomías. Seis meses es precisamente el periodo obligatorio de residencia en Galicia que fija ahora la Xunta para someterse a una intervención en dichas especialidades. La Comunidad de Madrid expresó recientemente que no está dispuesta a cambiar sus listas de espera porque el periodo de operación en su comunidad es inferior. Galicia teme que pacientes de comunidades con más recortes en Sanidad, como Cataluña con su cierre de hospitales, entren en las listas de espera gallegas y ralenticen el esfuerzo y la gestión del Sergas de los últimos años. "Asistencia sanitaria sí, garantizamos los servicios, pero primero los nuestros. No queremos turismo sanitario", advirtió el lunes en el Parlamento gallego el portavoz popular de Sanidade, Miguel Santalices. El diputado del PPdeG explicó a FARO que no se trata de romper un derecho universal sino de garantizar la sostenibilidad y establecer una especie de prioridad para los residentes en Galicia, de modo que "la gente no venga aquí solo unos días a operarse" aprovechando que la lista de espera es menor.

"Es injusto que en una situación de crisis si unha comunidad empieza a hacer recortes lo paguen otras. Es cierto que no hemos detectado una avalancha excesiva pero, tal y como está el panorama en otras comunidades, puede pasar", añade.

En cuanto a los extranjeros, deberán cumplir los 183 días de censo siempre que la operación solicitada no esté cubierta en su país de origen. La restricción no será igual para los Estados que tienen convenio con España, como Portugal (cuya Sanidad paga las operaciones al sistema español), que para los que no lo tienen, casos como Alemania o Rumanía. Según fuentes del sector, se han detectado casos de gente sin cobertura en su país que hacen uso del sistema gallego.