Los alumnos que aprobaron la selectividad de septiembre se matricularán en la universidad en octubre. Cuando aterricen en las aulas de las facultades que elijan habrán transcurrido casi dos meses desde el inicio oficial de las clases en las instituciones académicas gallegas. Es decir, perderán casi dos meses de lecciones con respecto a sus compañeros del primer selectivo.

Un total de 1.680 estudiantes acaban de aprobar las pruebas de acceso a la universidad, el 63% de los presentados en esta segunda oportunidad post-estival. En su mayoría, el objetivo es ir a la universidad, inscribirse en las titulaciones que todavía tienen abierta la matrícula. Tal y como informa la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG), tendrán que realizar la solicitud de admisión entre el 26 y el 28 de este mes, fijando cinco carreras por orden de preferencia. La primera convocatoria de formalización de matrícula para este alumnado es del 11 al 14 de octubre y, la segunda (si no logran entrar en la primera opción elegida), entre el 19 y el 21 del próximo mes.

En definitiva, cuando reciban el visto bueno de las universidades para iniciar estudios en la carrera escogida, se situarán prácticamente a finales de octubre, si bien las clases en Educación Superior en Galicia se iniciaron oficialmente en la primera semana de septiembre.

¿A qué se debe este desajuste? Ha habido quejas en los últimos dos años por este tema, que se produce por la descoordinación del calendario de las universidades tras la adaptación a Bolonia y el de los institutos, encargados de impartir Secundaria y Bachillerato, y cuya ordenación de las fechas depende de la Consellería de Educación.

Las directrices del Espacio Europeo de Educación Superior, el llamado proceso de Bolonia, ordenó adelantar el inicio del curso. Tanto es así, que en la Universidad de Vigo las clases se iniciaron el día 5 de septiembre, antes incluso que en los centros de Educación Infantil y Primaria.

Las carreras adaptadas a Bolonia también han eliminado las convocatorias de septiembre, de modo que la segunda oportunidad para aprobar una asignatura se celebra en julio, antes del verano. Es decir, las dos convocatorias oficiales para examinarse se fijan antes de las vacaciones, de este modo, se adelanta todo el proceso académico. El espíritu de Bolonia obliga también a anticipar las pruebas, al menos en Bachillerato, de modo que desaparezca la selectividad de septiembre y, al igual que en la universidad, la segunda reválida sea antes del descanso estival. La primera y la segunda; ambas.

Es una reforma que la Consellería de Educación tiene todavía pendiente y que ya han abordado algunas comunidades autónomas. Únicamente adelantando la segunda selectividad el sistema educativo conseguirá ajustar el calendario de Bachillerato y el universitario, para que ningún alumno salga perjudicado. No obstante, esta reforma requiere cambios en el calendario vacacional, al menos, de los docentes de Secundaria.