A principios de 2010 el Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Personal Estatutario del Sergas ya suscitó el debate de cómo cubrir las 352 jubilaciones de facultativos mayores de 65 años previstas entre 2011 y 2013. En ese momento los sindicatos criticaron que las plantillas se resentirían, sobre todo en especialidades que en la actualidad están "escasamente cubiertas" en Galicia, como Pediatría, Anestesiología o Ginecología. Precisamente en ese debate surgió la posibilidad de que los médicos pudiesen ampliar su vida laboral hasta los 70 años, siempre de modo voluntario. Al mismo tiempo, los sindicatos médicos alertaron de que Galicia no es capaz de cubrir la demanda de profesionales, al no convocarse las suficientes plazas MIR para asegurar la cobertura y el relevo generacional en el sistema sanitario. El propio Gobierno central impidió a la comunidad gallega recortar las plazas de acceso a Medicina, que la Universidad de Santiago pedía rebajar de las 400 actuales a 300. Finalmente, el cupo se mantuvo y uno de los argumentos de Madrid era que en España "hacen falta médicos".