“La minería de Galicia tiene futuro”. El catedrático de Explotación de Minas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Vigo, Javier Taboada, augura posibilidades de recuperación al sector por la demanda de países emergentes, que está haciendo subir sus precios de los minerales.

-¿Qué posibilidades ofrece el suelo gallego en el terreno de la minería?

-En el tema del carbón queda la laguna de Antela en Xinzo con lignito, pero su explotación no es rentable por ahora, especialmente tras la prohibición de su uso a las térmicas. En materiales metálicos hay proyectos de búsqueda de oro en Corcoesto, Muros y Santa Comba. También hay zinc, plomo, estaño, wolframio, cobre... Su precio está subiendo mucho en el mercado internacional, así que hay posibilidades de recuperar las explotaciones. En los 90 cerraron muchas precisamente por la bajada de precios, pero ahora es diferente, especialmente por el alto consumo de los países emergentes.

-También hay litio, clave en las baterías de los móviles...

-Sí, existen algunos materiales algo raros en zonas de Viana do Bolo, por ejemplo. En el terreno no metálico, en Galicia existen minas de caolín, magnesita, feldespato, cuarzo. Además del granito y la pizarra, donde somos una potencia, si bien sufren gran inactividad debido a la crisis y la caída de la construcción.

-¿Pero serán rentables esas nuevas explotaciones?

-Es necesario investigar mucho. Se conocen los yacimientos, pero hay que saber sus posibilidades. Si es rentable es cuando se explota.

-¿Resulta muy caro iniciar una prospección?

-La investigación es algo muy costoso, aunque la incertidumbre en la minería es inversamente proporcional al gasto. Es algo clave, especialmente en la minería metálica. Saber si hay un material es fácil, pero tienes que delimitar cuánto para saber si es rentable o no extraerlo.

-La Xunta confía en revitalizar el sector. ¿Tiene futuro en Galicia?

-Sí, las materias primas siempre tienen futuro porque cada vez se consumen más y si no las producimos nosotros, las producirán otros. No deberíamos renunciar a una riqueza de nuestro subsuelo.