El expresidente del Gobierno, Felipe González, aplaudió ayer la idea de crear un comité de sabios que busque soluciones para garantizar la financiación de la sanidad pública, como propuso el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pero rechazó presidirla.

"La comisión me parece algo fantástico y le agradezco que me pongan al frente de otra comisión que no aceptaré", explicó ayer González en un desayuno informativo en Madrid en el que recordó que ya lidera un grupo de estudios sobre el futuro de la UE. "El esfuerzo conduce a la melancolía", ironizó después de agradecer "profundamente" la oferta de Feijóo.

González mantuvo su propuesta de recortar en otras partidas dedicar al gasto sanitario al menos un punto más del Producto Interior Bruto (PIB) –actualmente ronda el 7%– a través de un "pacto político". Ayer reiteró la necesidad de suprimir las diputaciones para lograr este objetivo y recomendó "ir a una financiación con impuestos finalistas de una vez", reconociendo que "es posible" que la mejor opción sea un nuevo impuesto específico. "Quiénes son los que más fastidian la salud?: tabaco y alcohol. Pues muy bien, presionemos sobre el tabaco y el alcohol", argumentó antes de insistir en que en lugar de crear otro gravamen podrían derivarse los ingresos de otros ya existentes.Esta es una propuesta que barajó en su momento la Consellería de Sanidade, pero luego descartó incluirla en su estrategia de futuro.

En este terreno, reconoció, durante su intervención en el Foro Ideas más Diálogo organizado por Farmaindustria y Europa Press, que no le gusta el sistema del copago, pero no lo descartó. Además, alertó de que "hay gente que quiere liquidar el Sistema Nacional de Salud y privatizarlo, ya que es un negocio de 250.000 millones de euros que no es ninguna broma".

González no escondió su diagnóstico de un sistema nacional de salud "en estado de emergencia" que puede ser difícil de solucionar si no se actúa. "El gasto sanitario va a seguir creciendo entre 3 y 4 puntos por año. Somos más viejitos, consumimos más servicios sanitarios, y esto es una bendición que se paga", argumentó el socialista.

En el blindaje del sistema, conviene "implicar a todos los actores" y "comprometer a los ciudadanos" haciéndoles "responsables si es que lo aprecian" para evitar que la crisis provoque un "deterioro" en él. De momento, España "puede presumir de ella como de La Roja o Nadal" concluyó.