El empresario gallego José María Castellano encabeza una operación de inversores para intentar tomar las riendas del banco de Novacaixagalicia. El plan, que no está cerrado, supondría la inversión de unos 600 millones de euros en el capital de la nueva entidad, le daría con toda probabilidad al menos dos miembros en su consejo de administración y, de facto, le permitiría dirigir NCG Banco. El grueso de los fondos procederían de sociedades americanas, en donde Castellano goza de excelentes contactos y un enorme prestigio profesional, aunque no está descartada la participación de empresarios gallegos, si bien con una presencia muy menor. Otro aspecto clave en el desenlace de la operación es el precio final que tendrán las acciones del banco. Novacaixagalicia ha dejado claro que nunca malvendería. Es más a sus posibles socios les advierte de que no acepta un descuento sobre el valor de libros superior al 0,5. Antes prefiere pedir todo el capital que necesita para cumplir los nuevos mínimos de solvencia al FROB.

José María Castellano, durante más de veinte años la mano derecha de Amancio Ortega en Inditex –su papel fue decisivo en la expansión internacional de la multinacional textil–, es en la actualidad presidente del operador de cable ONO, una empresa en la que ya cuenta con socios internacionales y grupos de capital riesgo, y ocupa la vicepresidencia de La Voz de Galicia.

Según fuentes conocedoras de la operación, Castellano se habría reunido al menos en dos ocasiones con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para darle a conocer su intención de aterrizar en el consejo de administración de NCG Banco para asumir su presidencia. Las mismas fuentes apuntan que Feijóo vería con buenos ojos su proyecto inversor. Asimismo Castellano habría mantenido reuniones con notables empresarios gallegos a los que les transmitiría su decisión y les solicitaría su implicación, aunque fuese simbólica.

La exigencia del Ministerio de Economía de elevar la solvencia de las cajas hasta un 10% ha obligado a Novacaixagalicia a elaborar un plan de recapitalización de 2.622 millones y la constitución de un banco al que se trasladaría el actual negocio de la caja gallega. Según los cálculos de la dirección, la meta es lograr alrededor de 600 millones de euros de inversores privados, otros 500 millones procederían fundamentalmente de la venta de negocio –grandes créditos y préstamos a promotores inmobiliarios–, de la desinversión en participadas y del ahorro en gastos de personal y administración. El resto –más de 1.300 millones– los aportaría el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Esta última cantidad debería devolverse en un plazo de dos años, en caso de salida pactada.

De este modo, la presencia del grupo de inversores que lideraría José María Castellano permitiría cubrir la cuota inicialmente prevista por la dirección de Novacaixa y cumplir con el plan entregado en su día al Banco de España. Como contrapartida, el exitoso empresario gallego asumiría la dirección de NCG Banco, que estaría operativo en agosto.

Sin embargo, las mismas fuentes advierten que los contactos establecidos desde hace semanas con fondos soberanos, capital riesgo, equity funds y socios estratégicos –entre ellos fortunas gallegas– siguen abiertos.

A la espera de cómo fructifiquen las negociaciones a múltiples bandas, Novacaixagalicia celebrará mañana un consejo de administración en el que, presumiblemente, se aprobará la segregación del negocio de la caja al nuevo banco, así como los estatutos y la gobernanza de la nueva entidad.

Mismo esquema

El modelo de NCG Banco repetirá el esquema pactado en su día con la fusión de las cajas gallegas, es decir, los estatutos blindan que Vigo acogerá la dirección efectiva del negocio y será la sede institucional de la sociedad, de forma que será en esta ciudad donde se celebren con carácter general los consejos de administración y donde ejercerá su labor el primer ejecutivo del banco. En contrapartida, en A Coruña el banco tendrá su domicilio social y fiscal.

Respecto a la gobernanza, el consejo de administración del banco tendría 15 miembros: cuatro procederían de la caja, otros cinco serían consejeros dominicales –reputados profesionales ajenos a la gestión de la caja–, tres se reservarían para el FROB y otros tres para los inversores privados, en los que encajaría Castellano.

Entre los consejeros en representación de la caja se da por segura la presencia del presidente Julio Fernández Gayoso y el copresidente Mauro Varela.

La elección del presidente de NCG Banco debería contar con el respaldo de al menos dos tercios de los consejeros.