El personal que se dedica a limpiar la Cidade da Cultura no tiene nada que envidiar a Hércules –uno de cuyos doce trabajos fue asear los establos de Augías–. De hecho, si el hijo de Zeus tuviera que mantener pulcro el Gaiás tal vez se asustaría, porque el complejo tiene en funcionamiento 78.858 metros cuadrados, el equivalente a 839 viviendas medias españolas. Y eso solo en horizontal...

Además, en cuanto entren en funcionamiento el edificio de Servizos Centrais, el Museo de Galicia y la zona urbanizada que llevarán consigo, mantener pulcra la Cidade da Cultura significará enfrentarse a casi 112.000 metros cuadrados de superficie horizontal, aunque no todos –los aparcamientos y el exterior, en general, están incluidos– necesitarán mopa.

Aparte, el hecho de que_Peter Eisenman buscara su inspiración en las galerías de la zona de A Marina, de A Coruña, supone un plus de 14.195 metros cuadrados de cristales, que, además, cuentan con la dificultad añadida de la verticalidad y, que no quedan precisamente a la altura de la mano.

Mantener la higiene del Gaiás –con sus 213 inodoros y 84 urinarios incluidos– no resultará fácil, ni tampoco gratis. La Fundación acaba de publicar el anuncio para licitar el servicio de limpieza del complejo, para lo que cuenta con un presupuesto de 298.304 euros para un año, aunque el contrato es prorrogable otro.

De momento, son diez personas las que se encargan de lavar la cara del macrocomplejo, pero en sus pliegos de condiciones la Xunta no especifica cuántos deben integrar el equipo que empezará ya a trabajar el 17 de agosto. Solo que la adjudicataria deberá subrogar, según el convenio del sector, los contratos que así lo requieran.

Lo que sí detalla la Fundación son las tareas que esperan a los empleados de la empresa adjudicataria, la partida de doce mil euros –incluida en el presupuesto– destinada al suministro de material higiénico para los aseos o el hecho de que para la licitación se tendrá en cuenta en los baremos que la compañía use "productos con etiqueta ecológica europea" o equivalente en cuanto a la presencia de compuestos químicos nocivos para el medio ambiente en la formulación del producto.

Por especificar, en los pliegos de prescripciones técnicas se explica incluso el tipo de papel de los dispensadores –tissue tipo Z de doble capa, una característica también extensible al papel higiénico–. Además, la compañía deberá aportar 110 cepillos para inodoros, 50 contenedores higiénicos para los aseos femeninos, jabón líquido neutro o los aros de papel para asientos de inodoros.

Aunque la superficie del complejo asusta, de momento la limpieza de las vidrieras –que requiere de especialistas y andamiaje– no tendrá una periodicidad fija porque el Gaiás sigue siendo zona de obras. Lo que sí tendrán que hacer a diario los que asuman el contrato será barrer y fregar suelos y escaleras del interior de los edificio y ascensores, la limpieza de los aseos y la eliminación del polvo en pasamanos y mobiliario, además de la retirada de la basura. De hecho, predicando de nuevo con el ejemplo, la Fundación obliga a la adjudicataria a realizar la recogida selectiva. .

Asimismo, una vez a la semana los equipos tendrán que limpiar ordenadores, teclados, monitores e impresoras, las puertas de acceso y los cristales interiores. Eso sí, al personal le está vedado el uso del material de oficina y el teléfono. Cada seis meses toca limpieza general y los turnos de mañana se limitarán a zonas de los edificios donde no haya actividad.