Con en su vida diaria, repleta de misterios y no pocas excentricidades, Jorge Dorribo era personalista hasta para diseñar sus imperios. Porque la veintena de sociedades que amasa uno de los principales detenidos en la Operación Campeón, con otros tantos cargos en sus manos, muestra a la perfección la osadía que impregna su personalidad. Del sector farmacéutico, el que hoy le coloca como uno de los emprendedores más conocidos en la provincia de Lugo, con Nupel –que llegó a estar entre las diez firmas supuestamente más rentables de Galicia–, a la promoción inmobiliaria y otras actividades asociadas al ladrillo, la comunicación y hasta una escuela de automovilismo que gestiona el mítico conductor de rallies Luis Moya, expareja deportiva de Carlos Sainz. "Dorribo –cuentan en los círculos empresariales de Lugo, donde todavía resuena la polémica alrededor de su posible entrada en la vicepresidencia de la Cámara de Comercio y su paso por la patronal provincial– es así".

La cúspide de la pirámide de este amante del deporte y los coches de lujo, siempre muy comedido en sus comentarios públicos, es Nupel. Un laboratorio con tentáculos en países del Tercer Mundo, un mercado ideal para la venta de medicamentos en unidosis, la gran apuesta ahora de la compañía y a la que iban a estar orientadas las plantas que construía en Rábade y Andorra, la joya de la corona de los proyectos de futuro de Dorribo. Él es el socio y administrador. Las cuentas de 2009, las últimas depositadas en el Registro Mercantil, son una mezcla de luces y sombras. El importe neto de la cifra de negocios rozó entonces los 49 millones de euros, de los que más de 43 se iban en el pago a aprovisionamientos. El resultado real de la explotación hace dos ejercicios se quedaba en algo más de 1,5 millones, de los que a su vez 1,011 millones fueron destinados tanto a deudas con empresas del propio grupo como a terceros, a acreedores. Así que el beneficio final fue de 448.666,11 euros, únicamente un 0,88% de los ingresos.

Como único responsable figura en hasta cuatro firmas dedicadas al comercio al por menor de productos farmacéuticos, transporte e investigación. Las dos primeras, Medicine Cabinet Services y Services Naval obtuvieron en 2009 un resultado de 7.414 y 7.827 euros, respectivamente. Tramipharma, en la misma sede que Nupel y vinculada a la logística, facturó casi medio millón, aunque las ganancias alcanzaron los 200.000 euros. En cuanto a Diagnóstico de Biología Molecular, el balance arroja un saldo negativo de 289 euros.

Y no es el único negocio vinculado a Jorge Dorribo con números rojos. Tramigal, una promotora inmobiliaria, perdió en 2009 más de 4.000 euros. Otros 4.000 con Pazo de Adai, destinada a la fabricación en serie de carpintería, parquet y estructura de madera para la construcción. Ecovalen, para impulsar la producción de energía con nuevas tecnologías como la solar o el mar, acumulaba pérdidas de casi 118.000 euros.

La vuelta a las ganancias viene de la mano de la sociedad con la que se dedicaba a la venta de coches, una de sus grandes pasiones. Lugo Car Desing obtuvo un escuálido resultado de 2.000 euros. Nautical Support, centrada en la reparación de embarcaciones de recreo, ganó algo más de 8.000 euros. La carpintería Grupo Artesana Lucense consiguió otros 25.000.

Muy pendiente de su imagen y la de su holding, sobre todo por la relación que Nupel mantenía con países en una situación económica muy delicada, Jorge Dorribo mimaba la llamada reputación empresarial y durante la etapa del bipartito colaboró con varios proyectos de la Dirección Xeral de Cooperación Exterior.

Los mismos corrillos que desde su detención brotan por toda la capital luguesa se repiten en el mundo deportivo. Por su paso por los equipos más representativos de la ciudad, donde no guardan precisamente buen recuerdo de él, por su estrecha vinculación con el motor o porque no dudó en echar mano de Jacques Songo´o, una de las grandes referencias del pasado en el Deportivo de A Coruña para adentrarse en Camerún, donde llegó a protagonizar una recepción con el ministro de Industria.