Los eurodiputados gallegos justifican viajar en primera por ser "más cómodo y operativo"

Millán Mon achaca la polémica a un "diputado comunista luso con ganas de incordiar"

Paula Pérez/A.M.S - Santiago/Luarca

La negativa de la mayoría de los eurodiputados, incluidos los tres gallegos presentes en la votación, a apoyar una propuesta en la Cámara para congelar sus sueldos y dejar de viajar en business en vuelos de menos de cuatro horas ha desatado tal aluvión de críticas que ha obligado al PP a matizar su postura advirtiendo que en otoño apoyará medidas de austeridad en la Eurocámara, mientras que el PSOE ha decidido directamente corregir el sentido de su voto y hacer constar su "abstención". En todo caso, los eurodiputados gallegos defienden los viajes en primera clase. Según argumentan, tienen que coger muchos aviones a lo largo de la semana y necesitan flexibilidad para poder cambiar vuelos a última hora y facilidades para poder hacer conexiones aéreas.

"En business vamos un poco más cómodos y podemos cambiar los billetes. Nos da más facilidad operativa", explica el eurodiputado del PP, el gallego Francisco Millán Mon. Este periódico intento ponerse en contacto sin éxito con la otra parlamentaria popular en Bruselas, Carmen Fraga, pero ayer se encontraba de viaje hacia España para acompañar a su padre por la intervención de prótesis de cadera a la que fue sometido.

Millán Mon explica que una de las ventajas de viajar en primera es que es posible cambiar el vuelo a última hora sin recargo. Los billetes en clase turista no dan esa opción a no ser que se pida una tarifa flexible. "En ese caso los precios son casi similares a los de primera", apunta el eurodiputado socialista Antolín Sánchez Presedo.

Este parlamentario hace cuentas y señala que él se pasa unas ocho horas semanales volando. "No es lo mismo hacerse un viaje esporádico que pasarse una jornada laboral entera dentro de un avión", señala. Además apunta que los eurodiputados gallegos necesitan coger varios vuelos para acudir a los plenos de Bruselas y Estrasburgo. "Si viajamos en primera tenemos prioridad para coger las conexiones aéreas", defiende. Aún así, asegura que no se opone a viajar solo en turista, aunque siempre que tengan flexibilidad en los vuelos.

Presedo reconoce que la imagen que han dado de los eurodiputados ha sido "lamentable" y por eso explica que su partido ha decidido corregir el voto y hacer que conste en acta que ellos optan por la "abstención". "Ha sido una confusión. Hacemos cientos de votaciones en una jornada y no conocemos todas las propuestas", explica.

La polémica enmienda, que pretendía congelar el salario de los diputados y que viajaran solo en turista, fue añadida por un partido de la izquierda portuguesa al informe sobre los presupuestos del Parlamento europeo.

El líder de los socialistas españoles, Juan Fernando López Aguilar, aclaró ayer que harán constar en acta que su voto es la "abstención" y no una negativa. Esta corrección, sin embargo, será solo testimonial, no supondrá en la práctica ningún cambio.

Aguilar defiende la necesidad de implantar medidas de austeridad en el Parlamento europeo, aunque no concreta si es favorable a prohibir los viajes en primera clase. Más claros fueron el ministro de Fomento, José Blanco, y el de Presidencia, Ramón Jáuregui, que se decantaron porque los eurodiputados dejen de volar en business, mientras que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, aboga también porque los europarlamentarios "den ejemplo".

Los populares, por su parte, se mantienen firmes en su voto negativo pero aclaran que la votación del miércoles no fue vinculante y que debe ser en el debate de los presupuestos del Parlamento Europeo que tendrá lugar en otoño cuando se aprueben políticas de austeridad no solo en la Cámara sino en todas las instituciones europeas. Así lo recalcaron ayer tanto el líder de los eurodiputados del PP, Jaime Mayor Oreja, como la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría. En todo caso, tampoco aclaran si entre estas medidas debería incluirse la prohibición de volar en primera.

"La auténtica distribución de las partidas presupuestarias se hará en otoño. Lo del miércoles fue una enmienda presentada por un eurodiputado de la izquierda comunista portuguesa con ánimo de incordiar", se queja Francisco Millán Mon.

La polémica sobre los vuelos ha sido un nuevo varapalo a la imagen de los eurodiputados ya seriamente dañada tras difundirse los vídeos en los que se veía a parlamentarios que acudían a fichar para cobrar la dieta y luego se marchaban. El sueldo mensual de un europarlamentario se acerca a los 8.000 euros mensuales.

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