Galicia tiene mucho margen, con respecto a otras comunidades, para aumentar la matrícula universitaria. No obstante, Díez de Castro descarta un incremento más allá del mínimo legal obligatorio. No solo por la crisis, sino porque “todos los que lo deseen” tienen derecho a estudiar en la universidad pública y, además, “de calidad”.

-Las universidades gallegas son las más baratas del Estado para los alumnos que repiten asignaturas. ¿Ve viable subir el precio en tercera matrícula?

-El Ministerio de Educación ha anunciado su intención de instar a las universidades y comunidades autónomas a partir del curso 2012-2013 a que acerquen el coste real de la matrícula con los precios públicos de las matrículas sucesivas. Es una propuesta del Gobierno de España que se tratará en su momento.

-¿Ayudaría a mejorar el rendimiento del alumno y a que termine en plazo los estudios superiores?

-La tasa de graduación es uno de los cuatro indicadores básicos de seguimiento de las titulaciones de grado, tras la adaptación a Bolonia. Pero no hay que obsesionarse con los precios públicos y con subirlos. Muchas veces es más efectivo tomar otras medidas correctivas que ni siquiera tienen coste. Por ejemplo, en este campo, para lograr que el alumnado acabe sus estudios en los periodos que se corresponden con un aprovechamiento normal, seguramente tiene más efecto desarrollar unas buenas normas de permanencia por parte de las universidades. El objetivo de la Consellería de Educación no es que las universidades cobren más, sino que formen mejor y que den más opciones de empleabilidad a sus egresados.

-Galicia también está entre las comunidades más asequibles, junto a Andalucía, Canarias y Comunidad Valenciana, en primera inscripción. ¿A qué se debe?

-La prioridad para la Consellería de Educación en estos dos años de gobierno fue siempre que el precio de las enseñanzas universitarias no fuera un factor disuasorio para las familias gallegas. En tiempos de crisis económica, es fundamental asegurar que cualquier persona, con la motivación para emprender estudios universitarios y con las capacidades intelectuales necesarias, no tenga ningún impedimento económico para llevar a cabo esa decisión. No se puede perder una persona brillante por falta de dinero.

-¿Desde cuando está congelada la matrícula?

-Los precios de matrícula se suben el mínimo legal desde 2008. Tanto en 2009 como en 2010, la postura de Educación, secundada unánimemente en el Consello Galego de Universidades, fue subir el mínimo de la horquilla que aprueba el ministerio. En 2009 se mantuvieron los precios vigentes y en 2010 se subió lo correspondiente a la inflación, que fue del 1,5%.

-¿Galicia siempre se ha acogido al aumento mínimo?

-De ninguna manera. La política del Bipartito, en tres de los cuatro años de legislatura, fue subir los precios por encima de la inflación. En 2007, por ejemplo, cuando se derrochaba el dinero en los presupuestos, se castigó a las familias subiendo casi el doble de la inflación de ese año: un 4% de subida frente a un 2,4% de inflación. Con la llegada del Gobierno del PP, el cambio ha sido radical.

-¿Se plantean aumentar ahora los precios?

-La Xunta no tiene en su agenda subir más del mínimo legal, como otros años. Ahora bien, éste es un tema que, también como todos los años, se negociará en los próximos meses con las universidades y que se llevará al Consello Galego de Universidades a mediados de mayo. Hay que escuchar a las universidades y recoger sus sugerencias y necesidades. En el consello, buscaremos una posición unánime que defender ante el Ministerio de Educación.

-En el actual escenario de crisis, ¿cómo influiría un aumento de las tarifas en la financiación universitaria?

-El problema de la financiación universitaria no está en subir o no los precios de matrícula. Los beneficios por este concepto de todo el sistema universitario gallego no representan más que el 8% de sus ingresos, con una tendencia porcentual decreciente en los últimos años. La crisis puede combatirse con las medidas que recoja cada universidad en su plan de sostenibilidad, en las diez medidas racionalizadoras que propondrá en abril el grupo de trabajo o en lograr sinergias entre las tres.

-¿Existe una correlación entre el precio de las carreras, la calidad de las universidades y su imagen en el exterior?

-La calidad de la enseñanza no depende del precio público de matrícula, cuando hablamos de universidad pública. Tener precios bajos dando enseñanza de calidad es un factor de atracción de estudiantado de fuera de Galicia. Es una oportunidad, no una limitación. La imagen la dan los puestos destacados que ocupan las universidades públicas de Galicia en docencia, investigación y transferencia a la sociedad. Si, además, son baratas, todavía mejor. Como en tantos otros aspectos, la calidad no tiene por qué ser cara.