El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, “perdió todo su crédito” al “imponer” la fusión de las cajas gallegas, aseveró ayer desde Foz (Lugo) el número dos del PSOE, José Blanco, en un acto preelectoral. El también titular de Fomento aseguró que por “culpa de la fusión que impuso Feijóo, las cajas no pueden dar créditos a los gallegos” y pidió al titular del Ejecutivo autonómico que “no juegue más con los intereses de Galicia, envolviéndose en su bandera porque lo que está haciendo es ensuciarla”.

El dirigente socialista endureció ayer el tono de su discurso contra el Ejecutivo gallego, harto de que, en su opinión, Feijóo actúe como “un mal entrenador” que cuando pierde le echa la culpa al árbitro, en este caso el Banco de España, que el jueves anunció que Novacaixagalicia necesita con las nuevas exigencias de solvencia captar 1.527 millones de euros si traspasa su negocio financierio a una ficha bancaria o 2.622 millones si continúa como una caja de ahorros en el sentido tradicional.

Una gripe que es pulmonía

“Ahora le echa la culpa al Banco de España, pero hemos perdido un año precioso, y mientras otros hacían la tarea para afrontar los destinos que tenemos en el sistema financiero, aquí estábamos perdiendo el tiempo. Todo empezó con una gripe que ahora se ha convertido en una pulmonía tras un tratamiento inadecuado y un diagnóstico interesado”, aseveró Blanco, en la presentación del candidato socialista al ayuntamiento de Foz.

El cruce de acusaciones a cuenta del futuro de la caja gallega es constante desde que el presidente de la Xunta decidió impulsar la integración de Caixa Galicia y Caixanova, un proyecto que no contó inicialmente con el respaldo de la caja del sur ni con el visto bueno del Banco de España.

Desde el Gobierno gallego, se acusa al organismo regulador y al Ejecutivo central de “discriminar a Galicia”. Feijóo, en sus últimas declaraciones al respecto, exigía al Banco de España que no sacrifique Novacaixa para “mantener otras” cajas, en alusión a las catalanas CaixaCatalunya y Unnim.

Blanco, que también visitó unas obras del Gobierno central en el ayuntamiento de Foz, aseguró ayer que el presidente “pagó un millón de euros por una auditoría que justificase la fusión de las cajas” y ahora, añadió, “tenemos fusión, pero estamos a punto de no tener caja, y parece que la única que ha hecho caja es la auditora, porque el negocio no pudo ser más ruinoso para Galicia”.

El ministro de Fomento aludía a KPMG, la empresa a la que la Xunta encargó que estudiara la viabilidad de la integración de las cajas gallegas, para intentar vencer las reticencias de Caixanova, que a su vez puso encima de la mesa un informe que desaconsejaba la integración, y del Banco de España. El trabajo de KPMG fue objeto de polémica pues se fitlraron sus conclusiones solo 14 días después de empezar los estudios.

Blanco en su crítica acusó a Feijóo de ser “un presidente que no siente ni entiende a Galicia”, hasta el punto de que, afirmó, que la derecha actual “entiende menos a Galicia que la derecho que gobernó esta comunidad bajo el mandato de Manuel Fraga”.