El ministro de Fomento, José Blanco, vinculó ayer, como forma "definitiva" de expresar su compromiso con el AVE gallego, su continuidad en el cargo a que se licite antes de finalizar el actual trimestre el macroconcurso de 6.000 millones de euros por el que se construirá lo que falta de la línea de alta velocidad entre Galicia y Madrid antes de que acabe el año 2015. "He comprometido mi palabra con el AVE gallego y mi firma y hoy quiero comprometer mi cargo con el AVE. Por lo tanto, este compromiso es definitivo", declaró ayer en Santiago, ante un nutrida representación de empresarios, alcaldes y cargos políticos del PSOE o el conselleiro de Medio Ambiente, entre otros, en una conferencia organizada por el Forum Europa.

El gesto del ministro tiene un doble sentido. Por una parte su apuesta personal con el tren del alta velocidad, y por otra, la reafirmación de su voluntad "irrenunciable" de seguir adelante con el proyecto pese a las "presiones" que soporta Fomento, como ayer adelantó FARO, para que el AVE gallego se paralice. Blanco confirmó ante el auditorio la existencia de esta "campaña", que atribuyó a algunos "poderes mediáticos y círculos económicos", que sostienen que Galicia puede esperar por el tren de alta velocidad y que no hay justificación para un gasto "faraónico" de 6.000 millones de euros.

Para contrarrestar esta influencia, el ministro reclamó el apoyo del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, con el objeto de "desmontar esta campaña que intenta cambiar las decisiones", pero también extendió esa llamada a la sociedad civil, a los medios de comunicación gallegos y a todas las instituciones. "Hay un campaña, cuanto más se acerca el momento de la decisión, para que esa decisión no llegue a buen puerto", advirtió. Esta campaña, añadió, busca perpetuar la España de las dos velocidades.

Sin embargo no parece que esas presiones frenen la licitación del mayor concurso de obra pública de España, que será la conclusión del AVE gallego y su mantenimiento por un periodo de 25 años. El plazo para que ese contrato se publique en el BOE, según el acuerdo pactado entre Fomento y la Xunta, es el primer trimestre de este año. Y Blanco supeditó ayer su continuidad como ministro a que esa licitación se publique en plazo, esto, antes del 31 de marzo. El trámite que falta es que el Ministerio de Economía y Hacienda la autorice.

Aunque el ministro no detalló el motivo de las presiones, fuentes de su departamento precisaron que determinados sectores tratan de paralizar la inversión del AVE gallego con el objeto de desviar los fondos al corredor mediterráneo para acelerar su modernización y potenciar las conexión desde Almería hasta la frontera con Francia.

Lo que sí hizo Blanco fue expresar su pesar porque esta campaña derive en la invención de noticias para intentar frenar el AVE gallego y reclamar explícitamente a Feijóo que "no ayude a montar polémicas" y se ponga de parte del Ministerio de Fomento. "Acabo de comprometer mi cargo y espero que nadie más dude la determinación de ese ministro", espetó.

La respuesta se la dio el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, al terminar la conferencia. Aseguró que desconocía a qué se refería Blanco con la "campaña", pero sobre esa "supuesta conspiración" demandó que aclarase si estaba "dentro o fuera del Gobierno". Hernández añadió que la Xunta no alimentó ninguna falsa polémica ni está detrás de conspiración alguna, sino que "alentó" al Gobierno para que cumpliera sus compromisos con Galicia y en los plazos establecidos, lo que supone licitar el concurso antes del 31 de marzo.

En las palabras del conselleiro se notaba cierto resquemor porque el ministro salpicó su discurso con críticas, más o menos veladas, al papel de la Xunta. Así, Blanco soltó que una Administración que pretenda rendir al máximo no significa que se tenga que quejar al máximo o que resultaba de difícil comprensión que una comunidad como Galicia que en 2010 batió el récord de pasajeros en el aeropuerto de Santiago por el Xacobeo, también rompiera el récord de parados en España en el mismo año. "Eso suscita dudas, dudas que debemos disipar cuanto antes", comentó.

La alusiones a la Xunta también las deslizó el ministro cuando aseguró que en Galicia no sobra ninguna infraestructura, pero que por sí solas no hacen moverse la economía. "Es decir, para sacar rendimiento a toda esta inversión, se necesita generar actividad económica", espetó.