El Parlamento gallego propone, con la unanimidad de los tres grupos que lo conforman, que la Xunta "negocie" con el Ministerio de Fomento la firma de un convenio de colaboración para una "nueva conexión de acceso" a la Cidade da Cultura con la AP-9.

Así lo recoge una iniciativa de impulso ratificado por populares, socialistas y nacionalistas que ha visto luz verde en el pleno de este miércoles. En ella, se insta a la Xunta a promover este convenio para que se recoja el acceso en el proyecto de ampliación de la autopista en su tramo urbano en la capital gallega.

El debate de esta propuesta tuvo lugar este martes y su impulsora, la popular María Seoane, se mostró partidaria de aprovechar las obras de esta vía para conectarla con este complejo y advirtió de que "atribuir toda la responsabilidad a la Xunta no es acertado".

Por su lado, la nacionalista Ana Pontón recordó que la titularidad del periférico es autonómica y que también era preciso abordar esta conexión; mientras que el socialista Pablo López Vidal incidió en que además de "lloriquear" al Estado, la Xunta "tiene que actuar" y "buscar financiación" para las infraestructuras que conectan con el complejo.

Informar al parlamento

Por otro lado, la Consellería de Cultura e Turismo, que dirige Roberto Varela, deberá informar en el plazo de un mes de la planificación realizada por el Ejecutivo gallego en relación al ritmo de ejecución de las obras del complejo de la Cidade da Cultura a petición del Parlamento de Galicia.

Lo recoge el primer punto de otra iniciativa de impulso promovida por el BNG y que, en este punto, ha contado con el respaldo del grupo mayoritario de la Cámara, el PPdeG, quienes se mostraron partidarios de dar a conocer estos datos a través de su portavoz en la materia, Ignacio López-Chaves; así como con el apoyo de los socialistas.

Sin embargo, el segundo punto de esta proposición, auspiciada por la nacionalista Ana Pontón, y que proponía la creación de un archivo nacional, un museo de la historia de Galicia, una pinacoteca, centro de investigación, o un museo de los niños en la Cidade da Cultura, no contó con el apoyo de ninguno de los grupos.