Tras deshacerse de su participación en la eléctrica portuguesa EDP-Energías de Portugal la semana pasada por 123,4 millones de euros y con una plusvalía de 16,2 millones, Novacaixagalicia cerró ayer la venta de otro paquete accionarial minoritario en otro grupo luso, Brisa, la concesionaria de las autopistas del país, que le ha permitido a la caja incorporar unos 68 millones de euros a sus activos líquidos, según la información que la propia empresa envió ayer a la Comissao Nacional de Valores Mobiliários (CMVM) de Portugal.

Novacaixagalicia ha colocado el paquete de 13,20 millones de títulos de Brisa que tenía Caixanova a un precio de 5,1 euros por acción entre inversores institucionales, según informó la caja a la compañía portuguesa en un comunicado. Este precio es inferior al de 5,35 euros por título al que el lunes cerró en Bolsa el grupo de autopistas luso. Las acciones de Brisa cerraron en la sesión de ayer con una caída del 1,80%, que situó los títulos en 5,24 euros.

La propia Brisa ha realizado diversas compras de acciones a otros accionistas en los últimos días, tal y como anunció al equivalente luso de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en las que abonó un precio de unos 5,3 euros por título, superior al obtenido por Novacaixagalicia. La última de estas adquisiciones se produjo el pasado 1 de febrero.

Brisa, que ganó 401,7 millones de euros hasta septiembre pasadestá controlado por el grupo José de Mello, que controla el 30,54%. La española Abertis tiene un 14,61% y la británica Arcus European Infrastructure Fund, el 19,09%.

Novacaixagalicia se desprende así de otro activo, en una operación que la dirección de la caja gallega vincula con el calendario de desinversiones previstas a raíz de la fusión con las que Novacaixagalicia esperaba obtener unos 13.000 millones de euros en los próximos cinco años aprovechando las oportunidades que pueda facilitar el mercado.

La operación se produce sin embargo antes de que el Gobierno español apruebe un decreto ley para endurecer la ratio mínima del capital básico o core capital para las cajas de ahorros y que obligará a la entidad a agilizar las ventas previstas, sobre todo después de que la ministra de Economía, Elena Salgado, anticipase en una rueda de prensa hace más de diez días su intención de impulsar una nueva reestructuración financiera a través de la exigencia de un core capital mínimo de un 8% para los bancos y entre un 9 y un 10% para las cajas.

Menos del seis por ciento

Precisamente de eso, de la venta de activos, habló ayer el subgobernador del Banco de España y presidente de la Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Javier Arítzegui, durante una comparecencia a puerta cerrada en el Congreso para dar cuenta a los diputados de las ayudas concedidas a la caja gallega para la fusión, pero también al SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja, al Banco Mare Nostrum (Caja Granada, Sa Nostra, Caja Murcia y Caixa Penedés) y a Banco Base (CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria), según informó la agencia Modem Press.

Arítzegui, según fuentes del Congreso, habría comentado que el core capital de la entidad gallega está por debajo del seis por ciento, pero si cumple el plan de desinversiones previsto en su proyecto de integración se acercaría a un core capital del 9 por ciento.La dificultad es que Novacaixa solo tiene hasta septiembre para elevar su ratio de solvencia.

Novacaixagalicia adelantó en los últimos días que cerró 2010 con un beneficio después de impuestos de 144 millones de euros, aunque todavía no ha presentado sus resultados ni la ratio de core capital que arrojan sus cuentas, aunque sí ha admitido que está por debajo de las nuevas exigencias anunciadas por la vicepresidenta económica, Elena Salgado.