Sobre el monte Gaiás aún se perfila una enorme grúa al pie de los dos edificios ya terminados del ambicioso complejo diseñado por Peter Eisenman. A pesar de ello, los príncipes de Asturias levantaron ayer el telón de la Cidade da Cultura, una década después de que el entonces presidente Manuel Fraga ideara un proyecto que nació rodeado de polémica tanto por su coste –que casi duplica el presupuesto inicial y ya ronda los 500 millones de euros– como por la falta de definición de sus contenidos.

Tras las críticas que ensombrecieron la obra, ahora toca vender el Gaiás y darlo a conocer al mundo y han sido los príncipes, en un acto sobrio donde estaban invitadas las principales personalidades políticas, empresariales y culturales de Galicia, los encargados de inaugurar los dos primeros edificios del complejo: la Biblioteca y el Archivo.

"Enhorabuena por transformar una idea brillante en una realidad que, sin duda, revertirá en beneficio de todos los gallegos y todos los españoles", expuso en gallego el príncipe de Asturias. Su alteza real ensalzó el proyecto porque "alentará la creatividad y el progreso", pero además vaticinó que la Cidade da Cultura tendrá un gran impacto internacional. "Galicia proyecta así con fuerza su imagen al mundo", sentenció. Según aventuró, la repercusión del Gaiás llegará incluso al continente americano. "Los trabajos que aquí se desarrollen promoverán trayectorias transoceánicas", aventuró.

Para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la "relevancia internacional" de la Cidade da Cultura servirá de "revulsivo" en tiempos de crisis, tal y como aseguró durante su discurso en el acto de inauguración que tuvo lugar en la recién estrenada Biblioteca.

Los príncipes, acompañados de Feijóo, el conselleiro Roberto Varela y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, recorrieron, tras su llegada al Gaiás, las instalaciones del complejo y el arquitecto Peter Eisenman les mostró la maqueta de cómo quedará el proyecto cuando esté terminado. A finales de este año abrirá el Museo y el próximo año se inaugurará el edificio de Servicios Centrais.

Tras conocer de primera mano la Cidade da Cultura, el príncipe, que combinó el gallego con el castellano en su discurso, elogió la "contribución de esta obra al inmenso patrimonio cultural de España". Pero don Felipe no solo puso el acento en el paisaje arquitectónico "sereno, estimulante y renovador" sino también en los contenidos de la Biblioteca y el Archivo. "Se abren a la educación, a la investigación y al estudio con una clara atención a la igualdad de oportunidades", comentó. En su opinión, también fomentarán la "diversidad" gracias al intercambio con Iberoamérica y con los emigrantes.

A la diáspora también aludió Feijóo en un momento de su discurso, en el que con la voz quebrada por la emoción, comparó el espíritu emprendedor de los emigrantes gallegos con el "gran proyecto" de la Cidade da Cultura que colocó al nivel de otras infraestructuras como el MOMA de Nueva York, la Ópera de Sidney o al Guggenheim de Bilbao. Incluso encontró paralelismos con la Catedral de Santiago. "La Plaza del Obradoiro fue durante un tiempo una simple explanada a la que hubo que bautizar con hasta seis nombres distintos", comparó. Y al igual que la Catedral atrae peregrinos, el complejo de Eisenman será "un centro de peregrinación cultural" que, según explicó, atesorará en la Biblioteca y el Archivo ejemplares únicos como una de las primeras ediciones de Follas Novas o los manuscritos del único Premio Nobel de Galicia, Camilo José Cela.

Feijóo echó la vista atrás para recordar que la inauguración del Gaiás ha sido posible gracias a tres gobiernos distintos. El Ejecutivo de Fraga que "abrió camino", el bipartito que lo continuó y la actual Xunta que "asume el honor de abrir las puertas de esta infraestructura y proseguirá el proyecto con la racionalidad que exige este momento".