Los docentes reclaman a Educación campañas de fomento de la lectura y a los padres que se impliquen más

Sobre esta cuestión, el portavoz de Ensino Público del sindicato CC OO, José Fuentes, cree que antes de entrar en la pubertad, los niños están en "edades más fáciles" y muestran más interés por lo que aprenden en el colegio. Por eso ve fundamental en esta etapa apostar por la lectura y acostumbrar a los niños a usar las bibliotecas escolares. "Si en Primaria no se fomenta el gusto por los libros y el trabajo, el alumno llegará a ESO con carencias que solo se pueden paliar en casos muy puntuales", señala Fuentes. Lo mismo opina el secretario de CIG-Ensino, Anxo Louzao, quien aconseja "actuar con prevención desde el inicio de la escolarización, en lugar de aplicar medidas paliativas cuando ya no hay remedio".

Louzao achaca el problema a que buena parte del alumnado pasa el tiempo fuera de las aulas "delante del televisor o el ordenador y no precisamente con fines educativos y pedagógicos". Cree que esto es un reflejo de la sociedad porque la lectura "no está dentro de las pautas de ocio de los jóvenes".

Las cifras son peores en Secundaria que en Primaria, donde solo un 12% no coge un libro cuando finaliza las clases. Para el representante de la CIG, "en Primaria están menos contaminados por los sustitutos de la lectura" y por eso se muestran "más receptivos y motivados". Por el contrario, dice, la adolescencia es "una etapa crítica", en la que se buscan otras vías de ocio y es responsabilidad de los padres "mantener unos mínimos" para lectura y estudio".

Los sindicatos confirman, como muestra el estudio de la Xunta, que la competencia lingüística y matemática mejora de forma proporcional al tiempo que se dedique a las tareas escolares, pero sobre todo a la lectura. "Es la base de la expresión oral y escrita y de la comprensión de textos", indica Louzao. Para José Fuentes, de CC OO, la lectura comprensiva es clave para reforzar el aprendizaje de cualquier materia. Por su parte, el presidente de Anpe en Galicia, Julio Díaz, también apuesta por potenciar los hábitos de comprensión lectora en las aulas. "En Secundaria encontramos niños que no responden bien las preguntas porque no las entienden", señala.

Los expertos recomiendan la constancia y la creación de hábitos de estudio. "Si a medida que aumenta el nivel de exigencia disminuye el esfuerzo, el fracaso está asegurado", indica el presidente de la Asociación de Directores de Institutos de Galicia, José Ángel Suárez. José Fuentes apoya este argumento y destaca la importancia de adquirir hábitos desde pequeños. "En los primeros cursos quizás sea suficiente con el trabajo de clase, pero cuando el nivel aumenta si no existe esa costumbre surgen las complicaciones", explica.

El informe de Educación también revela que el rendimiento académico tiene mucho que ver con el entorno en el que vivan. Suárez achaca los malos resultados del estudio a la "falta de preocupación de las familias", quienes deben "introducir una disciplina y un seguimiento de las tareas de sus hijos". Julio Díaz también insiste en que los padres tienen que participar más en la educación de sus vástagos, aunque su horario laboral a veces se lo impida. De hecho, apunta el portavoz de CC OO, esta problemática se da sobre todo en familias donde los dos miembros de la pareja trabajan y el niño pasa tiempo sin vigilancia.

Además, según Suárez, a medida que pasan de curso, a los padres les cuesta más difícil seguirles porque algunas tareas se escapan de sus conocimientos. A esto hay que añadirle, como apunta el presidente de Anpe, que la brecha entre los progenitores y los niños respecto a las tecnologías cada vez es más grande. Para el secretario xeral de FETE- UGT, Marcelino Brea, la coordinación y el diálogo entre los padres y el profesorado junto con los recursos necesarios son los ingredientes "para que todo funcione bien".