El ministro sí mira a los ojos

Con sorna, el ministro de Fomento sacó ayer juego a los papeles de la diplomacia de Estados Unidos filtrados por Wikileaks. En ellos se decía que José Blanco no daba confianza porque cuando habla no mira a los ojos. Así que decidió cambiar su comportamiento. Cuando los fotógrafos, al inicio de la reunión, le pidieron que mirara al frente mientras estrechaba la mano de Feijóo, el ministro, con una sonrisa, les espetó: "Vale, aunque debo mirarle a los ojos porque dicen que no miro a los ojos". Su gesto provocó las risas de todos.

Esa sintonía con Feijóo quedó plasmada también en una imagen. Ambos comparecieron conjuntamente ante la prensa, cuando inicialmente desde Fomento habían advertido de la posibilidad de que el ministro no hablara. La reunión duró dos horas y en ella estuvo presente un nutrido grupo de altos cargos. Además de Blanco y Feijóo, estuvieron el conselleiro de Medio Ambiente, varios asesores del presidente, el secretario general de Infraestructuras, el director general de Ferrocarriles o el presidente de Adif.

Había muchos aspectos técnicos que tratar y además cabía la posibilidad de que el Pacto del Obradoiro se resquebrajase por la tensión que se había acumulado, sobre todo, en los últimos meses, si bien en los días previos, la Xunta bajó sensiblemente el tono de sus reproches.

El propio ministro no quiso pasar por alto el clima caliente con que se llegó a la reunión y advirtió, ya de entrada, de la temperatura que había alcanzado el horno. "Es un paso importante que supera la desconfianza que se había visto estos días. Seguiremos trabajando desde la concertación y la cooperación", dijo Blanco,.

Atrás quedan ya los días en que la Xunta censuraba que Fomento solo hubiera licitado obras por 114 millones de euros cuando según el Pacto del Obradoiro se tenían que haber sacado a concurso 3.362 millones. Incluso el PPdeG lo había comparado con Magdalena Álvarez.

Sin embargo, el ministerio quiso destacar que la relación entre Blanco y Feijóo vuelve a la senda de la cordialidad y que la prueba fue su comparecencia conjunta, algo que no hizo, como precisaron, cuando se reunió con los presidentes autonómicos de Cantabria o Murcia.

Pero para el BNG, a juicio de su portavoz parlamentario, Carlos Aymerich, el encuentro de Blanco y Feijóo fue una "nueva maniobra propagandística", donde los "dos tenores" se pusieron de acuerdo para confirmar el retraso el AVE.