La reestructuración del sector financiero

El Banco de España obligará al sector a desvelar sus necesidades de financiación

El gobernador apuesta por más transparencia para calmar a los inversores

julio pérez - Vigo

En plena asfixia por la imposibilidad de conseguir financiación en los mercados mayoristas, con el grifo del Banco Central Europeo (BCE) cerrado ante las dudas sobre la capacidad del sector en España para digerir su elevada exposición al ladrillo, los ya históricos test de estrés refrescaron el ambiente de este verano de locura para cajas y bancos. El poder de las estadísticas. Porque además aquí las pruebas de resistencia no se dejaron a ninguna entidad fuera, mientras que en la mayoría de países de la UE la radiografía fue muy parcial. Lo ocurrido le vale de nuevo a Miguel Ángel Fernández Ordóñez para dar una vuelta de tuerca a las exigencias de información pública al conjunto del sistema ahora que las dudas vuelven a merodear. “De nuevo en estos casos la receta es más transparencia”, asegura el gobernador del Banco de España, que avisa a las entidades de que deberán valorar sus necesidades de financiación en los mercados “y las estrategias de corto, medio y largo plazo que han puesto en marcha”.

“Hay que hacer todo esto porque cuando la percepción de la realidad es mucho peor que la realidad misma -justifica el máximo responsable del supervisor financiero en España-, la mejor reacción posible es explicarla con todo detalle”. ¿Por qué esta vez? Fernández Ordóñez descarta que desde finales de julio, cuando se realizó el diagnóstico del sector, el valor de los activos inmobiliarios haya cambiado significativamente como para que vuelvan las dudas sobre su solvencia. La razón parece estar en el carácter olvidadizo que, según el gobernador, tienen los mercados ante el temor de que se repita en España el pinchazo de Irlanda, con problemas inmobiliarios y bancarios también. “Es preciso recalcar que las pruebas de resistencia que se realizaron en nuestro país fueron más exhaustivas y ofrecieron una información detallada”, explica. Todo lo contrario que en Irlanda, donde “solamente dos entidades participaron en estos ejercicios”.

Aunque el Banco de España hace piña con la estabilidad de cajas y bancos, con la intención de adelantarse a una situación todavía más complicada para su financiación acaba de solicitar al sector que explique “en detalle” su situación al mercado. A partir del próximo año y con carácter trimestral, las entidades deberán ofrecer los datos sobre su cartera ligada a promoción y construcción. Tanto de los créditos que posiblemente sean morosos, como las garantías que tienen en prenda por ellos y las coberturas previstas ante el impago. Pero es que, además, esa información se extiende a las hipotecas con familias. El refuerzo de la transparencia se completa con la cuantificación del dinero que necesitan tomar en el mercado.

Para no perder tiempo, Mafo ya ha reclamado a las entidades que suspendieron las pruebas de resistencia que refuercen su capital. Son Banca Cívica, Unim, CatalunyaCaixa y la fusión de las cajas leonesas. Cajasur tampoco aprobó, pero está en manos de BBK tras su intervención.

Moody’s augura más FROB

Por si hubiera ya pocos ingredientes para alimentar la tensión, Moody’s mantuvo ayer la perspectiva “negativa” para la banca española por la “presión” a la que seguirán sometidos la capitalización, la rentabilidad y, precisamente, el acceso a la financiación en los mercados mayoristas. La agencia de calificación achaca la situación a las “difíciles condiciones económicas” del país y contempla pérdidas en el sector de hasta 176.000 millones por las dotaciones y reservas para los activos deteriorados y un déficit de capital en todo el sistema financiero de 17.000 millones. Por eso, Moody’s da por hecho que “muchas entidades” tendrán que acudir al FROB.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) prevé el mismo escenario para todo el sistema, más allá del español. Más inyecciones de dinero de los Gobiernos a las entidades. “Pese al masivo apoyo público recibido, el estado de salud del sector bancario continúa siendo el principal riesgo para la recuperación”, sostiene.

Tras la emisión del informe, el Ejecutivo español se convierte en el principal defensor del sector. “Yo confío y estoy absolutamente segura de la solidez del sistema financiero español”, asegura Elena Salgado, vicepresidenta económica, que recordaba también ayer, al igual que Fernández Ordóñez, que los test de estrés en el país fueron “muy rigurosos”, aunque dieran “resultados muy diferentes”.

Al hilo de las palabras del gobernador, José Manuel González-Páramo, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, aplaude los mayores criterios de transparencia y urge celeridad a los procesos de reestructuración. “Desde fuera da la impresión que son demasiado lentos”, sostiene.

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