La empresa privada, debido a la crisis económica, apenas realiza contrataciones. No hay dinero ni carga de trabajo para mantener al personal y mucho menos para incrementar las plantillas. Pero este comportamiento ya no es solo propio del sector privado, más pendiente de la evolución de los mercados y de la cuenta de resultados anual. También ha dado el salto al público. Las Administraciones tampoco pueden seguir engordando los cuadros de personal porque los recursos públicos han mermado, pero no las necesidades de gasto. Y la Xunta no es una excepción. Hasta que concluya la actual legislatura, en el primer trimestre de 2013, el Gobierno gallego no tiene previsto convocar ninguna oferta pública de empleo ni crear nuevas plazas de funcionario en la administración general, en la que no se incluyen ni el personal sanitario ni el docente.

Así lo advirtió ayer el director xeral de Función Pública, José María Barreiro, quien aludió a la crisis como el factor principal que impedirá aumentar la plantilla de la Administración autonómica. "La situación económica no permite ningún tipo de convocatoria con carácter general como se hicieron en los últimos años", aseguró. Por esta razón, no se convocarán nuevas ofertas de empleo hasta el año 2013, cuando se agote la actual legislatura.

Lo que sí se podrán hacer, según precisó, serán procesos singulares para cubrir determinadas plazas imprescindibles, pero, tal como matizó, serán "muy puntuales y de una escala con características muy específicas".

En todo caso, José María Barreiro se refería a la convocatoria de funcionarios con carácter general, que no afecta ni al personal docente ni al sanitario, cuya contratación la llevan respectivamente las consellerías de Educación y de Sanidade, la dos que se quedan al margen de las diez existentes. En Educación no es probable que en 2011 se convoque oposición alguna, pero sí podría ser para Primaria antes de acabar la legislatura.

Y aunque hasta acabar la legislatura no se convocarán nuevas plazas de función pública, sí se tendrá que culminar el proceso abierto en 2009, que ofertó 167 plazas de nueva creación.

La plantilla actual de la Administración autonómica está formada por casi 89.000 funcionarios, de los que 70.000 pertenecen a la docencia no universitaria y a la sanidad.

El director xeral de Función Pública compareció ayer ante la prensa para anunciar que la Xunta había resuelto el mayor concurso de traslados de funcionarios de la historia con la asignación de 1.598 plazas definitivas. Además, esta semana 147 opositores que superaron las pruebas accederán a su destino, con lo que, aseguró no ya no quedará ninguno pendiente de elegir plaza.

José María Barreiro aseveró que en el próximo mes de febrero los casi 1.600 funcionarios que han obtenido plaza en este concurso tomarán posesión de manera definitiva, lo que permitirá liberar destinos que serán ofertados a unos 1.200 funcionarios que están en plazas provisionales, muchos de ellos desde hace tres años, y que de esta manera ya no habrá ningún funcionario sin ubicación definitiva y que se concluirá el proceso de reordenación del personal funcionario de la administración general de la Xunta.

El director xeral destacó que el compromiso del Gobierno es convocar concursos de traslados con una periodicidad mínima anual, ya que se trata de un mecanismo que permite "ubicar al personal público donde más se necesite" y favorece el carácter voluntario de la movilidad de los empleados públicos. Así, explicó que la Xunta tiene previsto convocar en los próximos meses el concurso de traslados de personal laboral y en el primer trimestre el de la Administración Especial.