Ninguno quiere pecar de "insolidario", pero tampoco van a consentir que los objetivos con los que nació el canon eólico que la Xunta aplica a los parques por su impacto medioambiental se pierdan por el camino. Los principales concellos de la comunidad que cuentan con aerogeneradores en su territorio exigen al Ejecutivo gallego que la prioridad en el destino de la recaudación sean ellos, porque también por ellos nació la tasa, para compensarles por las instalaciones. La reforma de la ley que regula el sector y el polémico canon –una de los cambios normativos que acompañarán a la aprobación de los presupuestos autonómicos– establece que la reserva del 50% de los ingresos para la gestión directa por parte de la Xunta irá a "gastos en entidades locales que supongan naturaleza productiva y generadora de empleo". Sin prioridad para los municipios con aerogeneradores, que sí recibirán "la mayor parte" de la otra mitad de los más de 22 millones anuales que aporta el canon.

"Si sufrimos un impacto, y yo creo que sí lo hay, lo lógico es que ese dinero sea para nosotros", reclama David Raposeiras, alcalde de Forcarei, con 94 aerogeneradores y más de 19 kilómetros de líneas eléctricas para la conexión de los parques. Con la subvención de más de 180.000 euros que este ejercicio le corresponde, el concello impulsa la recuperación de dos carballeiras. Aunque a Raposeiras se le ocurren otras necesidades más importantes para el municipio pero que no puede costear con la subvención por la obligación de que sean proyectos ligados al medio ambiente o las energías renovables. "Los fondos no deberían venir tan condicionados, tenemos suficiente capacidad y mayoría de edad para decidir. Es un ejercicio de responsabilidad sobre el que los vecinos podrán pedir explicaciones cuando toque, que es en mayo", explica. "El canon eólico se aplica a instalaciones que generan electricidad, ¿por qué no podemos destinar nosotros el dinero a pagar el alumbrado público?", se pregunta.

"Nosotros no tenemos otras opciones para conseguir fondos de este nivel", señala José Costa, regidor de Covelo, con medio centenar de molinos en el concello. "Otros tienen la costa, o polígonos industriales. Nosotros no por nuestras condiciones geográficas que sí valen para los parques eólicos", añade. De ahí que la nueva distribución de los fondos le parezca "simplemente ilógica".

César Mera, alcalde de A Cañiza y a la cabeza de la plataforma de los ayuntamientos gallegos con parques, es igual de tajante. "No digo que tengamos que recibir el 100%, pero sí más que el 50%. Un mínimo de un 70%", reclama. Sí es más cauto en cambiar la finalidad de los fondos. "El origen del canon –indica– está en el medioambiente y no sería lógico que se pudiera dedicar a cualquier cosa".

La modificación de la ley eólica es, para los promotores, otro ejemplo de que la Xunta persigue lo que siempre negó. "El afán recaudatorio que siempre dijimos", señala una de las principales empresas del sector en Galicia. "Veremos qué pasa con nuestro recurso judicial. Esto, desde luego, nos da alas", advierten en otra de las compañías.