Las reuniones entre las universidades y la Consellería de Educación se suceden sin que se produzcan avances. Ayer volvieron a verse las caras los representantes del departamento que dirige Jesús Vázquez y los vicerrectores económicos de las tres universidades, pero no llegaron a acuerdo alguno. "No se llegó a nada claro. Tendremos que seguir trabajando", aseguró el responsable de economía de la Universidad de Vigo, José Manuel García.

El desencuentro se produce por la forma de repartir los 351 millones de euros correspondientes a la financiación básica o estructural, la dedicada a cubrir el mantenimiento de las instalaciones y los gastos de personal y los corrientes. Esta partida representa el 90% de los fondos que la Xunta asignará en 2011 al sistema universitario. Sobre el 10% restante no se prevén demasiados problemas porque ya están claros los indicadores que fijan lo que toca a cada institución.

Pero la dificultad radica en como repartir la financiación estructural, que antaño estaba basada en el número de alumnos, un criterio ahora descartado. Ahora cuenta sobre todo el gasto corriente y de personal, pero con esta partida se financiará también la investigación. Y encima de la mesa está además la propuesta de que entre un 1% y un 3% se reparta con criterios de objetivo y eficiencia.

Las universidades no quieren ver reducida su aportación con respecto a este año ni mermado su peso relativo y cada una mostró lo que considera que debe recibir en 2011. Pero claro, los números resultaron dispares y con magnitudes totalmente diferentes según qué universidad presentara las cuentas.

"Los resultados no fueron muy alentadores, así que lo dejamos para la próxima reunión para ver si entonces lo vemos más claro", declaró José Manuel García.