La Consellería de Sanidade ya negocia con los sindicatos la elaboración del catálogo propio de medicamentos que pretende aprobar para reducir el gasto farmacéutico y que pasa por eliminar las medicinas más caras que sí están en el catálogo estatal y sólo financiar las más baratas, en su mayoría genéricos. Apostamos por "los mejores medicamentos al mejor precio", defendía ayer la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, desde Ourense. El catálogo de los fármacos que financiará Galicia arrancará con 150 medicamentos. "Es una propuesta de sentido común para asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario", remarcó la titular de Sanidade, pese a que desde el Ministerio de Sanidad ya se advirtió que el catálogo sería ilegal y recurrido ante la Justicia.

La gerente del Sergas, la directora xeral de Asistencia Sanitaria y la de Recursos Humanos se reunieron con los representantes de los médicos un día después de que en el Parlamento autonómico arrancara la tramitación de una proposición de ley presentada por el PPdeG y apoyada por el BNG para precisamente dar luz verde al catálogo gallego de medicamentos, que ha de permitir el ahorro de 120 millones de euros al año, según los cálculos de Sanidade. En 2009, Galicia gastó en recetas 925 millones. Los responsables de la Xunta avanzaron a los sindicatos que ya trabajan en la elaboración del catálogo, que arrancará inicialmente con 150 medicamentos.

Sanidade eligirá entre 25 y 30 principios activos (componente principal del medicamento tipo ácido actilsalicílico, risperidona u omeprazol) claves para tratar las enfermedades más frecuentes y que en consecuencia más gasto generan en recetas, por ejemplo diabetes o colesterol. De cada principio activo el catálogo incluirá cinco marcas de medicamento, en un rango de precios previamente pactado y "bajo". Así lo explican los sindicatos médicos gallegos tras la reunión del jueves. "El catálogo partiría con unos 30 principios activos y cinco marcas de cada uno de ellos. Los laboratorios y farmacéuticas podrán ubicar sus productos en el nuevo catálogo si el precio de su fármaco está en el rango de precios fijado", explica María Xosé Abuin, responsable de la sección de Sanidad de la CIG, quien añade que será un "catálogo dinámico": con el tiempo podrían añadirse, quitarse o sustituirse el número de fármacos que se fije al principio. "Cualquier marca comercial podrá entrar siempre que se sitúe en el precio de referencia", añade.

Frente a las reticencias mostradas hace 15 días por los sindicatos, cuando en Galicia se empezó a hablar de la posibilidad de crear un catálogo propio, los sindicatos médicos expresaron el jueves su apoyo a la iniciativa ante las responsables de la Consellería de Sanidade, aunque con reservas.

"Es una medida que habíamos pedido al Ministerio y al Sergas hace tiempo, porque no se puede traspasar toda la responsabilidad del gasto al prescriptor, es decir al médico. Lo vemos bien, siempre que no se renuncie a administrar al paciente el tratamiento más adecuado. Existen múltiples alternativas terapéuticas con medicamentos equivalentes. ¿Por qué no escoger los más baratos y ahorrar en la factura?", argumenta Abuin.

Cándido Andión, portavoz del sindicato médico CESM, considera positiva la propuesta aunque se muestra tajante en la contrapartida: "Esperamos que todo lo que se ahorre con esto en fármacos revierta en la sanidad pública gallega y no en la visita del Papa". "Con el nuevo catálogo no se merma la libertad de prescripción del facultativo porque podrá seguir recetando lo que considere oportuno entre las marcas que consten en el nuevo nomenclátor. En lugar de la mítica Aspirina de la famosa Bayer recetaré otra marca con el mismo principio activo: ácido acetilsalicílico, por ejemplo", explica Andión.