Doce jóvenes radicales asaltaron este domingo un coche policial que trasladada a los juzgados de Santiago a un militante vinculado a Resistencia Galega. El objetivo, no logrado, de los radicales era liberar a S. V. D., de 21 años, condenado a cuatro años de cárcel por el Tribunal Supremo por tenencia de explosivos. Durante el asalto, el grupo de independentistas agredió y amenazó "de muerte" a los policías que trasladaban al joven e incluso sustrajo las diligencias policiales del arresto que los agentes iban a entregar al juez de guardia, según fuentes policiales.

Tras abrir una investigación sobre los hechos, tres de los doce agresores fueron detenidos. Ayer pasaron a disposición judicial imputados por los delitos de atentado a agente de la autoridad y quebrantamiento de condena. La operación sigue abierta y no se descartan más detenciones en próximos días.

Los hechos se remontan al domingo 10. Agentes policiales trasladaban a los juzgados de Santiago a S.V.D., vinculado a Resistencia Galega, para cumplir los mandamientos de detención e ingreso en prisión dictados por el titular de la Sección 4 de la Audiencia Nacional para hacer efectivo el cumplimiento de la pena privativa de libertad de cuatro años impuesta por el Supremo por tenencia de explosivos.

Cuando los policías que conducían al preso se bajaron del vehículo, unos doce jóvenes se abalanzaron sobre el coche para intentar liberar al detenido. Según fuentes policiales, durante el asalto los jóvenes "forcejearon y agredieron" a los agentes, a los que ocasionaron lesiones de las que "tuvieron que recibir asistencia facultativa". Los agentes, afirman, recibieron amenazas de muerte e insultos e incluso uno de los agresores "simuló una pistola con su mano derecha y se la colocó en la nuca a uno" de ellos. La comisaría de la Policía Nacional de Santiago abrió una investigación y fueron identificados varios de los autores: A.P.S., de 21 años y afincado en Santiago; I.C.P., de 27 años y vecina de Compostela, y R.A.C, de 19 años y residente en Barreiros (Lugo). Los tres militan en colectivos independentistas radicales y dos de ellos tienen antecedentes por acciones violentas.

En los últimos años, los ataques reivindicados por independentistas radicales se han disparado. En 2009, todas las acciones violentas de este tipo registradas en España se produjeron en Galicia. En total diez, el doble que durante el año anterior.