Las cajas de ahorro aligeran sus plantillas al hilo de la reestructuración del sector bancario. Las entidades españolas envueltas en fusiones realizarán un fuerte ajuste de empleo que, según un cálculo basado en datos del Banco de España, puede saldarse con la jubilación anticipada de cerca de 20.000 trabajadores en todo el país. Treinta y ocho de las 45 cajas españolas han iniciado o están a punto de iniciar negociaciones laborales que tienen pendientes a unos 100.000 trabajadores. Entre ellos, los de Caixanova y Caixa Galicia. Los sindicatos se encuentran en plena negociación con las dos cajas gallegas para ver cómo se realiza el ajuste de plantilla que requiere la integración.

Las dificultades económicas han obligado a la mayoría de las cajas a unirse para sobrevivir a la crisis y a las nuevas exigencias regulatorias de solvencia y eficiencia que encara todo el negocio financiero.

Antonio Muñoz, secretario sectorial de ahorro de UGT en España, asegura que el sector se enfrenta a una "brutal reestructuración que deberá de llevarse a cabo contra el reloj". Y añade: "Esto no será como la reestructuración de la banca que duró varios años, aquí todo irá más rápido". En la misma línea, desde Comisiones Obreras se señala que "hace dos décadas la reestructuración bancaria se hizo en dos años, ahora pretenden que ésta se haga prácticamente en siete meses".

En las primeras negociaciones entre los sindicatos y las cajas se está pactando facilitar la prejubilación para aquellos trabajadores que tengan 55 años. En algunos casos se habla ya de que estos empleados pueden abandonar las entidades pasando a cobrar entre un 70 por ciento y 75 por ciento del salario fijo.

Según señalan los sindicatos, en este caso deberán de ser las propias cajas las que se hagan cargo de sostener económicamente las prejubilaciones. Añaden las centrales que las salidas de personal no podrán ser sufragadas sin más con el dinero que las entidades recibirán del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El funcionamiento de este fondo público obliga a las cajas a devolver el dinero con un interés mínimo del 7 por ciento. Algunas entidades, las que menos, también están planteando la salida de una parte de sus empleados mediante bajas incentivadas.

Los sindicatos prefieren por el momento no hablar de cifras. "El regulador (el Banco de España) está jugando con números aberrantes", señala el ugetista Antonio Muñoz. El organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha estimado, por ejemplo, que las cajas implicadas en fusiones que han obtenido ayudas del FROB reducirán sus plantillas entre el 11 por ciento y el 27 por ciento, según los casos. Son recortes que afectarán tanto a las redes de oficinas como a los servicios centrales y que, conforme a lo anunciado hasta ahora, se harán básicamente mediante prejubilaciones. En este momento, las cajas implicadas en algún tipo de fusión suman unos 100.000 empleados. "En ningún caso se aceptarán despidos", advirtió un portavoz de Comisiones Obreras.

La salida de los trabajadores de las cajas, escalonada en varios años, se plantea cuando España encara una reforma del sistema de pensiones en la que el Gobierno abordará el retraso de la edad de jubilación (de los 65 a los 67 años) y la restricción de las jubilaciones anticipadas.

Algunas de las primeras prejubilaciones que están planteando las cajas son por la vía de los expedientes de regulación de empleo (ERE), una fórmula que no gusta a los sindicatos. "No es un sistema adecuado. ¿Cómo justifican entidades que han ganado mucho dinero la presentación de un ERE?", señala un dirigente desde la Federación de Servicios Financieros y Administrativos de CCOO.