La Consellería de Educación obligará a las universidades gallegas a presentar un plan de austeridad para los próximos tres años que incluya medidas para reducir los gastos de personal, así como un reajuste de las inversiones que tengan previstas. Dentro de este plan de ahorro la Xunta insta a las tres instituciones académicas a reducir puestos de trabajo y limitar la creación de nuevas plazas. Además el departamento que dirige Jesús Vázquez aboga por "reordenar las horas de docencia". Según aclaró el rector de Vigo, Salustiano Mato, la propuesta de Educación se refiere a sacar el máximo partido a la carga docente evitando que "haya activos ociosos".

Este plan de austeridad que deberán presentar los campus gallegos es una de las medidas incluidas en el nuevo sistema de financiación universitaria que entrará en vigor en 2011. El Consello Galego de Universidades aprobó ayer el documento base que regirá el futuro reparto de fondos, aunque las cifras del nuevo modelo no se cerrarán hasta septiembre.

El borrador, que aún está sujeto a alguna corrección, según los rectores, recoge la obligación de las universidades de "acelerar" las medidas de austeridad y ahorro. Para ello deberán presentar ante la Xunta un plan que revele como es la situación actual de cada universidad y un conjunto de propuestas "para corregir la situación y ver qué efectos se esperan de las medidas adoptadas". Las instituciones académicas deberán detallar sus gastos, ingresos, costes salariales y la evolución de su deuda, pero además tendrán que adoptar medidas de "racionalización de gastos corrientes y de funcionamiento".

En el borrador del documento sobre financiación universitaria se propone "limitar las plazas de nueva creación "a una tasa de reposición de efectivos del 10 por ciento". Pero además se exige a las universidades que reduzcan el número de trabajadores que no tienen plaza funcionarial. "Deben presentar propuestas de supresión en la relación de puestos de trabajo de plazas no dotadas así como el establecimiento de porcentajes de supresión para las dotadas y no ocupadas durante el último ejercicio", señala el documento.

Aunque los tres rectores están de acuerdo con las líneas generales del nuevo modelo de financiación, Salustiano Mato apuntó que la Xunta no debería imponer medidas concretas de austeridad. "Una cosa es el control y otra la intervención", aseguró. Además advierte que en la Universidad de Vigo algunas de estas medidas no tienen sentido puesto que ya las están aplicando.

Tras su reciente nombramiento, Mato se estrenó, junto al nuevo rector de Santiago, Juan Casares, en el Consello de Universidades que dio ayer el visto bueno al documento base de financiación universitaria que se llevaba negociando desde el pasado mes de marzo.

El nuevo sistema económico de las universidades se estructura en tres tipos de fondos: uno será fijo, otro incluye las subvenciones para mejorar la calidad universitaria y el tercero se distribuirá en función de los resultados. Este último se repartirá basándose en criterios objetivos y cuantificables relacionados con la docencia, la investigación y la transferencia tecnológica, pero los indicadores que permitirán medir estas variables no se definirán hasta septiembre.

La intención de la Xunta es "incentivar" a las universidades gallegas para que busquen sus propias fuentes de financiación. En materia de investigación, el documento aboga por eliminar aquellos proyectos que cuesten más que los resultados que se prevean obtener y se evitará la "atomización y dispersión" de los esfuerzos investigadores.

Entre los objetivos se apuesta también por reducir el número de alumnos por aula. Educación insta a las universidades además a ajustar mejor la oferta y la demanda. "Hay que reducir costes de mantener una oferta docente excedente o no atender parte de las demandas insatisfechas", explica.

Xunta y universidades continuarán con las reuniones durante el verano para empezar a concretar cifras en septiembre.