Una reunión de algo más de dos horas del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, del presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, ayer por la mañana en la residencia oficial del primero en Monte Pío, sirvió para desatascar la fusión de las cajas gallegas, después de que el día anterior ocho horas de negociación concluyeran encalladas en las cuestiones de siempre: el reparto de los cargos de gobierno y las sedes, y el tiempo del periodo de transición.

El acuerdo, que llega tras ocho meses de un proceso tenso y polémico al máximo, pasa por que la nueva entidad arrancará con Julio Fernández Gayoso y José Luis Pego al frente. La sede institucional y de dirección efectiva de negocio estará en Vigo y la sede institucional y social en A Coruña. Y el periodo de transición, el tiempo necesario para que se integren las dos entidades y se hagan los ajustes necesarios, será de tres años. Con este dibujo, Caixanova ve satisfechas sus principales demandas, especialmente al conseguir la presidencia y la dirección general.

Las cajas han pactado un sistema de copresidencias, una para Caixanova y otra para Caixa Galicia, pero en cada mitad del periodo de transición uno de los copresidentes asume "las funciones que corresponden a la presidencia", lo que le otorga voto de calidad, según consta en el comunicado que las dos entidades remitieron ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores para informar de "las directrices de gobernanza que regularán un posible acuerdo global" de fusión.

En ese comunicado, se explica que el turno de los copresidentes para ejercer de presidentes será "determinado por las cajas por mutuo acuerdo, con anterioridad a la firma del protocolo de fusión". También Feijóo explicó así este punto del acuerdo, y así se trasladó a los consejos de administración de las dos cajas.

Gayoso será el que asuma la presidencia en el primer turno, y así tendrá voto de calidad" en la asamblea general, el consejo de administración, la comisión delegada y las restantes comisiones establecidas en el seno del consejo, órganos todos que serán paritarios (50% de los miembros serán de Caixanova y el otro 50% de Caixa Galicia). En la segunda mitad de la transición, será el copresidente, elegido por Caixa Galicia, el que tenga voto de calidad.

El director general será José Luis Pego, y habrá un "único director general adjunto ejecutivo procedente de Caixa Galicia",explican las dos entidades a la CNMV, a la que también anuncian la creación de dos consejos territoriales, uno en Vigo y otro en A Coruña, que estarán integrados por los miembros de los consejos de administración de Caixanova y Caixa Galicia que no pasen al futuro consejo de administración de la nueva entidad. Para las sedes, el acuerdo se inspira en el Banco de Santander, que tiene su sede social en Cantabria y su sede de gobierno en Madrid. Además habrá cosedes comerciales, representativas y operativas tanto en Vigo como en A Coruña.

El periodo de transición será de tres años y automáticamente los consejeros de los actuales consejos de administración renuevan su mandato por ese tiempo, y no serán de aplicación los artículos de la ley gallega de cajas que pudiesen afectarles, por ejemplo el que establece límites de edad.

El acuerdo para la fusión se desatascó a primera hora de la mañana en una reunión, a la que también asistió la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, y el director xeral de Política Financieira, Manuel Galdo, por parte de la Xunta, y José Luis Pego, por Caixanova, y Javier García de Paredes, de Caixa Galicia. El pacto se trasladó a mediodía a los consejos de administración de las dos entidades, que le dieron el visto bueno. Por la tarde, Feijóo compareció ante los periodistas para esbozar las grandes líneas del acuerdo para integrar a las dos cajas, y lo hacía rodeado de los máximos responsables de las dos entidades.

Alcanzado el acuerdo para la gobernanza, las cajas ahora deben elaborar en "las próximas semanas" un protocolo de fusión y un proyecto económico de integración. En el primero, se incluirá la venta de 250 oficinas de Caixa Galicia en el exterior, requisito imprescindible para garantizar la solvencia de la futura entidad.

Pueden pasar hasta seis meses, hasta que se constituya oficialmente la nueva caja y se inscriba en el registro mercantil. Será entonces cuando arranque el periodo de transición de tres años pactado ayer.